Adiós... Adams

270 35 75
                                    

Cuando en mi mente terminé de darme cuenta que la policía estaba aquí traté firmemente en darme ánimos, no podía ponerme nerviosa ni mucho menos arruinar por alguna tontería nuestras vidas para siempre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando en mi mente terminé de darme cuenta que la policía estaba aquí traté firmemente en darme ánimos, no podía ponerme nerviosa ni mucho menos arruinar por alguna tontería nuestras vidas para siempre. Deberíamos de actuar serenos, totalmente normales, como si nada hubiera pasado.
John se encontraba por abrir la puerta, no podría tardar tanto en hacerlo ya que eso sería algo extraño y nos meteríamos en problemas, si demoráramos cuando ya habíamos dado señales de estar dentro de la casa nos haría los primeros sospechosos en la lista de la policía. Cuando Adams abrió la puerta el oficial a cargo, o eso suponía fue el primero en hablar.

—Disculpen la molestia pero estamos llevando a cabo una investigación y tenemos que hacerles un par de preguntas por rutina.

—Claro oficial. — Habló Adams— ¿Qué ha pasado?

—Un menor ha desaparecido, Peter Anderson de cinco años. Es el de la derecha en esta fotografía. — Al terminar de hablar me pasó una foto en donde salía Peter otra niña pequeña y los que supuse son sus padres.

—Nunca lo había visto antes. — Hablé por primera vez. — ¿Saben que pudo haberle pasado?, pobre pequeño debe de extrañar mucho a su madre.

—Lo primero que se piensa es en la pedofilia, pero nos hemos fijado en los datos que tenemos de dichos criminales y no hay ninguno en esta zona, únicamente a unos miles de kilómetros pero ya lo han interceptado. Estuvo en la casa de su madre toda la semana, imposible que fuera él el culpable. Así que ahora solo nos queda el tráfico de órganos.

—Eso es terrible, ¿quién sería tan inhumano para hacer dicho acto?, arrebatarle la inocencia a un pobre niño, alejarlo de su madre. — Cuestioné yo tratando de sentir realmente del todo lo que estaba diciendo.

—Oficial no quiero sonar descortés ni mucho menos pero... ¿eso no es información clasificada o algo así? — John tiene razón, ¿confío tan rápido en nosotros?

—John Adams y señorita Emma Miller ¿cierto?, la razón por la cuál les dije lo que les dije es porque ya estuve hablando con Fred, tu jefe Adams. Eres uno de los mejores científicos, en casos como estos se necesita siempre una ayuda extra. Creí que al decirte mis hipótesis tú podrías formular las tuyas y quizá así tener algo en donde sostenernos en esta búsqueda. — Nosotros tenemos más que sólo hipótesis querido oficial... si tan solo supiera.

—De verdad agradezco que haya pensado en mi de esa forma pero mi campo de trabajo no es ese, lo lamento. Podría darle mi punto de vista sobre lo que creo que podría haberle ocurrido a la víctima pero solo sería, quizá, una muy mala idea. Lo que si puedo hacer es orientarlo por el bosque.

Sin hablar mucho nos dirigimos nuevamente al corazón del bosque, no había que aclarar que si alguien entra al predio sin conocerlo se perdería luego de un par de minutos, los árboles son sumamente hermosos pero en cuanto te detienes a observarlos estos te marean y allí es donde te pierdes. La belleza muchas veces es eso, un camino en donde lo que se supone que es lo más hermoso y puro te termina llevando a un laberinto sin salida, en donde te hará desesperar hasta sentirte totalmente destrozado por aquello que tanto admirabas.
Sabias palabras para aplicarlas en cualquier otro momento de la vida. El ambiente un poco húmedo por las lloviznas de Liddams me hace ponerme así, un poco melancólica por lo visto.
A medida que más nos hundíamos en estos predios el oficial comenzaba a generar muchas más hipótesis al respecto, entre ellas que este bosque se lo había tragado. Viéndolo de mi punto de vista lo que decía no estaba tan errado, pero no podríamos permitir que el siguiera pensando en este bosque. Tenemos que hacer que lo quite de su lista.

Salvando al culpable (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora