¿Por qué lo hizo?

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Ambos habíamos quedado en silencio luego de mi declaración, él un tanto abrumado con tal noticia, yo en cambio estaba pensando en ello

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Ambos habíamos quedado en silencio luego de mi declaración, él un tanto abrumado con tal noticia, yo en cambio estaba pensando en ello. No había otra forma, no podía ser otra persona. Fue ella.

—¿Estás segura Emma? Digo, ¿no fue ella la que te insistió en que tenías que hacer este viaje? Es algo incoherente que haga esto ahora. ¿No lo crees?

—Es que tiene que ser ella, nadie más sabe dónde tú vives. Piénsalo, ella si.
No sé todavía que pretenderá con esto, pero debemos de ir por las cosas antes de que se deshaga de todo. Debemos recuperar el virus antes de que ocurra alguna catástrofe. Tenemos que apresurarnos.

—Si, iré por la llave del auto. Vámonos rápido.

Ambos nos fuimos tratando de apresurarnos en lo que estábamos haciendo. Mientras Adams tomaba las llaves yo me colocaba lo más rápido posible una campera, ya que el clima era muy frío y nosotros estábamos en pijama.
Cuando voy hacia afuera noté que John estaba prendiéndose la campera también, cuando me vió me hizo una seña para que me suba al auto, el cual ya estaba fuera. Me di la vuelta y cerré la puerta de la casa, para ahora si subirme al carro junto con Adams.
El camino a la casa de Patty era un poco lejos si vas a pie, pero en auto solo eran unos quince minutos, los cuales de seguro se pasarían lentos y llenos de tensión.

—No puedo creer que ella haya sido capaz de esto. ¿Qué gana haciendo esto?

—Tranquila Emma, si es que ella lo hizo tendrá que darnos una buena justificación. Ya que está actuando como una maldita bipolar.

Solo suspiré mientras deseaba llegar lo antes posible para sacarme todas estas dudas que crecían cada vez más.
Ya habíamos dejado detrás el bosque Jood y con ello todo rastro de vegetación, por lo cual ahora se asomaban aquellas construcciones tan conocidas, ya estábamos en el pueblo.

—¿Cuál es su casa?— Preguntó Adams.

—Aquella— Señalé. Una casa tan conocida para mi y tan extraña para otros tantos.

—Bien, llegamos. Espero y esté en su casa.

—Tiene que estar, de eso estoy segura.

Cuando bajamos del coche me sentía nerviosa, pero aún así con pasos decididos me acerqué a la puerta para así tocarla tres veces seguidas, con fuerza.
A los segundos la puerta de madera se abre, dejándonos ver a una Patty que no se esperaba nuestra visita, en su intento de plan nosotros nunca nos daríamos cuenta que fue ella la que robó los suministros ¿o qué?
Rápidamente quiso cerrar la puerta pero mi pie y la mano de Adams no se lo permitieron.
Sin esperar una invitación empujamos la puerta y entramos.

Salvando al culpable (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora