Eres molesta. [Tsukishima x tú♡]

Capítulo 12

El viaje transcurrió en silencio, todos dormían y llegamos al anochecer.

—Chicos, buen trabajo. Mañana inspeccionarán el gimnasio así que no tendremos actividades. Relájense—dijo Takeda-sensei

—Si...— respondieron todos algo cansados. Pasaron unos minutos y comencé a caminar para irme a casa. Estaba algo cansada, aunque no lo crean el viaje es agotador al igual que discutir y enojarse con la gente.

—¡Ay, es un idiota! — dije en voz alta sin darme cuenta. En verdad estaba molesta, la actitud de Tsukishima podría ser irritante la mayor parte del tiempo. —Primero dice que le intereso y después que no me meta en sus asuntos, es un idiota.

—Hasta los pájaros se asustan con tus gritos. — dijo una voz desinteresada a mis espaldas.

—Perdón por molestarte también. — dije algo enojada y sarcástica al ver que era Tsukishima.

—¿Te enojaste por lo que te dije en Tokio?

—No, ¿cómo crees?, amo que me digas de forma desinteresada y molesta que no me meta en tus asuntos. — creo que estoy siendo más sarcástica de lo normal, pero en verdad me hace enojar.

—Si que eres rara, como sea. No quería hacerte enojar.

—De todas formas, lo hiciste, solo quería ayudarte...— bajé la cabeza algo triste, no entiendo porque tanto desinterés, después de todo él se inscribió en esto.

—Tsk, no te pongas así. — dijo mientras caminaba con las manos en los bolsillos.

—Da igual, yo me voy por aquí.

—Oye espera. — dijo Tsukishima algo incómodo.

—¿Qué quieres? — dije volteando mi cabeza para mirarlo.

—S-salgamos mañana después de clases. — su tono de voz era desinteresado, pero se notaba que en el fondo estaba nervioso.

—¿Por qué debería aceptar?

—Bien, si no quieres supongo que tendré un pastel de fresa sólo para mí. — mientras decía eso comenzó a caminar dándome la espalda.

—¡Bien, si quiero, si quiero! — mi orgullo se desmoronó en un santiamén.

—Te espero a la salida. — dijo sin voltearse, en su rostro tenía una sonrisa.

La noche pasó, algo fría, y dio paso a un amanecer muy lindo. La comodidad de mi cama se vio interrumpida una vez que sonó la alarma.

—¡Ay dios, ya! — le grité estúpidamente al teléfono mientras me colocaba la almohada en el rostro.

—¿A quién le hablas, cariño? — preguntó mi madre al otro lado de la puerta.

—A nadie mamá, lo siento. — luego solo me levanté y vestí para ir a la escuela.

Las clases transcurrieron normalmente, aburridas. Ahora estaba en el receso para el almuerzo y me topé con Yamaguchi saliendo de su salón.

—Hey ¿cómo estás? — le pregunté.

—Muy bien ¿y tú? — contestó tiernamente como lo hace siempre.

—Algo aburrida de las clases ¿te parece si almorzamos juntos?

—Por supuesto. — respondió con una sonrisa en su rostro.

—¿Y Tsukishima no te acompaña? — se me hacía raro que no estuviera junto a él.

—Se quiere quedar en el salón, está allí— apuntó con su dedo pulgar a los primeros puestos donde estaba aquel rubio sentado. A la brevedad se le acercó una chica, era bastante linda, delgada y mucho más alta que yo, al parecer también tenía su almuerzo en mano, aunque no puedo descifrar lo que le dice. El rostro de felicidad de la chica cambió, se veía apenada y Tsukishima se levantó de su asiento dejándola sola.
De un momento a otro ya estaba al lado de nosotros.