HIT [Jeongcheol*WonHan]

26

El auto donde Jeonghan era transportado se estacionó en un callejón solitario. El rubio volvió a sí mismo cuando el motor se apagó, había estado en shock desde que abandonó el centro de Seúl sin saber a dónde se dirigía o qué sería de él a partir de ese momento. La sola idea de estar con Matthew nuevamente, lo hacía tener los más terribles pensamientos. No podía controlar el temblor de sus rodillas o los escalofríos que recorrían todo su cuerpo erizando cada célula, volviendo torpes sus movimientos

Una llamada entró nuevamente a su teléfono, el producto de todos sus problemas pasados, presentes y muy seguramente... futuros.

- Baja del auto Hannie

El rubio obedeció, en cuanto cerró la puerta trasera del auto, este arrancó dejándolo sólo en el callejón. Pero segundos después, otro auto similar se estacionó frente a él, los vidrios bajaron automáticamente y el rostro de Kim lo recibió con una sonrisa

- Entra amor - le sonrió

Jeonghan cerró sus ojos y obedeció. Se acomodó a un lado de Kim, pero lo bastante lejos para no tocarlo. El auto arrancó y nuevamente se alejaban de la ciudad

- Ya no necesitarás esto - dijo el mayor mientras tomaba el celular de Jeonghan y lo lanzaba por la ventanilla hacia la carretera. El rubio miraba hacia fuera mientras se hacía pequeño en el asiento

- ¿Qué pasará ahora? - suspiró con la voz ronca de tanto llorar - ¿Vas a obligarme a estar contigo?

- Nadie te obligó cariño - dijo tocando su rodilla con una mano - Te dí a escojer

- Eres un maldito Matthew - soltó encarando su rostro

El mayor borró su sonrisa y le soltó a Jeonghan una gran bofetada, una que hizo a Jeonghan ver borroso por varios instantes

- ¡Ya estoy harto de tu actitud! - dijo tomando su cabello y jalando hacia atrás - Te prometo que por más que te ame... Si sigues de ese modo... Te haré vivir un infierno Yoon Jeonghan

************************************
Seungcheol manejaba a toda prisa por la autopista en el auto prestado de su padre. Tenía al menos media hora llamando al celular de los agentes pero no había podido comunicarse con ninguno.

Estaba en casa de sus padres cuando en la televisión pudo ver el accidente en el edificio de gobierno, llamó de prisa a todos pero nadie respondió. Buscó un vuelo de regreso a Seúl pero no había conseguido nada así que tomó el auto y salió tan pronto como pudo. Se odió por dejar a Jeonghan y a los otros. Jamás debió irse sabiendo de las amenazas de Kim, porque aunque nadie había dicho una sola palabra respecto a sospechosos contra el ataque al edificio, Seungcheol estaba seguro de que todo ese desastre tenía un único autor; Kim Matthew.

Conforme aceleraba más imágenes de su vida pasada lo acribillaban constantemente, más imágenes de Jeonghan riendo, jugando, peleando y haciendo el amor con él, llegaban hasta causarle dolor en el pecho. Antes de que se diera cuenta, ya se encontraba llorando mientras aún mantenía el acelerador a fondo. Después vió un gran comedor con todos ahí reunidos... Había lágrimas en sus rostros, Seungcheol se preguntó, ¿Qué los tendría tan tristes? Miró hacia abajo para encontrarse con el rostro pálido de Jeonghan, con sus ropas ensangrentadas y los múltiples golpes en su rostro... Entonces todo volvió a él.

Se detuvo en seco y comenzó a llorar. Con ambas manos recargadas en el volante y la cabeza gacha, sacó todo el dolor contenido en su pecho. El ardor en su garganta era demasiado, pero él simplemente no podía parar, no importaba ni cómo ni por qué, pero la vida los había reunido de nuevo. Arrancó de nuevo sin poder dejar de soltar lágrimas, usaría todo ese dolor como fuerza para enfrentar lo que fuera que estuviera por venir, hacer pagar a Matthew... Y tal vez... Salvar la vida de todos