Capitulo 2.

2.1K 81 8
                                    

Han pasado dos semanas desde la última vez que le vi. La semana pasada estaba tan cansada que me acostaba pronto, aunque en realidad, era una excusa.

Mi madre supo que salí a la calle aquella noche. Su oído detecta el mínimo ruido, sobre todo el de las llaves y cuando subí a casa, me estaba esperando en la puerta para echarme una gran bronca.

Evidentemente, no pude decirla qué pasaba, solo que me encontraba bastante mal y necesitaba salir a que me diera el aire. Y no, no se lo creyó.

Pero hoy estoy sola, hoy puedo hacer e ir a donde me apetezca.

- - - - -

Son mas de las dos y estoy haciendo un esfuerzo sobrehumano por quedarme despierta.

El día se me ha hecho más que eterno pensando en que hoy le volveré a ver. Porque sí, porque quiero, porque los riesgos siempre me han gustado y este tío parece un acantilado del que estoy a punto de tirarme.

Sus ojos son tan difíciles de explicar... De lejos son de un verde brillante, pero de cerca parecen marrones, un marrón como... Como chocolate con leche. No son normales.

Me levanto del sofá. Necesito hacer algo que me mantenga despierta. Estoy parada de pie delante del sofá pensando qué hacer cuando oigo un ruido como de motores. Me acerco a la ventana y toda la tropa esta llegando.

Menos él.

Bajo en pijama pero antes de salir cojo una chaqueta, por si hace fresco abajo.

Justo antes de salir del ascensor, respiro hondo unas cuantas veces. ¿Alguien se imagina el pánico que me está entrando? Es mayor incluso que el de aquella noche.

Salgo con paso decidido. No puedo mostrar lo que realmente siento.

-Eh, ¿y Lucas?-pregunto al grupo en general.

-Vaya, vaya, vaya... La mosquita muerta se ha dignado a bajar.

-¿De qué coño hablas?-pregunto lo más firme que puedo, a pesar de que se me quiebra la voz al final.

-Has estado dos semanas sin bajar. Dos. ¿Sabes lo que has conseguido? Que Lucas nos haya jodido el coche en demasiadas ocasiones. Estaba tan cabreado porque no bajabas que ha puesto toda su rabia en destrozar nuestros coches. Y todo es por tu culpa.

-¿Mi culpa? Yo en ningún momento dije que...

-Cállate. No quiero volver a oír tu voz en mi vida, ¿te enteras? Nos hemos dejado una gran cantidad de dinero en dejar nuestros coches como nuevos. Y cuando digo gran, digo miles de euros. Te la has cargado, pequeña.

Mientras el tío ese dice eso, yo me voy alejando poco a poco hasta que mirando de reojo me doy cuenta que estoy en las escaleras de la puerta principal.

Los otros compañeros están mirándole y mirándome a mi mientras que él sólo me mira a mi, con cara de pocos amigos, con cara de loco.

Subo las escaleras corriendo mientras oigo unos gritos de "¡SOLTADME! ¡NO LA QUIERO VER MAS!" y yo, corro hacia mi casa sabiendo que todo ha sido un error.

-------------------------

Es probable que ahora mismo no entendáis nada, pero no os preocupéis que poco a poco iré explicando todo.

Muchísimas gracias por leer y poned un comentario con vuestras opiniones, porque siempre viene bien saber lo que el lector piensa.

Carreras de coches.  ©Where stories live. Discover now