5

374 59 9
                                    

Los momentos que Iwaizumi pasaba a solas con sus pensamientos eran pocos, por no decir prácticamente inexistentes. Normalmente sus silencios se veían interrumpidos por Oikawa, lo que no era extraño teniendo en cuenta que era la persona con quien pasaba más tiempo a lo largo del día.

Ese pensamiento hizo que Iwaizumi exhalara un largo suspiro a la vez que observaba la pequeña flor blanca que estaba sosteniendo entre sus dedos. Precisamente el pasar tanto tiempo con Oikawa le había llevado a la situación tan complicada en la que ambos se encontraban actualmente. Por supuesto que confiaba en todos los caballeros que estaban bajo su mando, pero no confiaba en nadie más que en sí mismo para proteger a Oikawa.

El rumbo que sus pensamientos estaban tomando hizo que Iwaizumi recordara el por qué no le gustaba pasar tiempo a solas. Sin embargo, después de la conversación que había tenido con Oikawa esa misma tarde, se vio en la necesidad de pasar un rato alejado de la cruda realidad.

–Quién me iba a decir a mí que viviría para ver el día en que el temible capitán de la guardia del príncipe se enamoraría –comentó una voz ronca demasiado familiar a sus espaldas. Cuando Iwaizumi se giró para hacerle frente, dedicándole una mirada asesina, se encontró con la sonrisa burlona de Shinra, que no solo era el actual capitán de la guardia real, sino también había sido el mejor amigo de su padre–. Preguntaría quién es la afortunada, pero los rumores vuelan en palacio.

—La verdad es que sí que es sorprendente —replicó Iwaizumi, guardando con cuidado la pequeña flor blanca en sus calzas–. Quién te iba a decir a ti que vivirías tantos años a pesar de beber todas las noches hasta caer inconsciente.

Después de ese intercambio de palabras, ambos se echaron a reír de forma estridente. Shinra pasó uno de sus brazos alrededor de los hombros de Iwaizumi de forma amistosa e Iwaizumi se permitió perderse en esa sensación cálida tan familiar al menos durante un par de minutos. Desde la muerte de su padre, Shinra era lo más cercano a un segundo padre que tenía.

–No la dejes escapar –Shinra dijo de repente, provocando que Iwaizumi le mirara con confusión–. Encontrar al amor de tu vida no es fácil, así que una vez que lo has hecho, no la dejes ir por nada en el mundo.

El corazón de Iwaizumi se encogió ante esas palabras. Su problema no había sido encontrar al amor de su vida, pues paradójicamente estaban destinados a estar juntos incluso antes de que ambos nacieran; su verdadero problema era mantenerle a su lado. ¿Opinaría Shinra lo mismo si supiera que esa persona que no debía dejar ir por nada en el mundo era el próximo Rey?

–Es complicado —respondió Iwaizumi, suspirando.

–Por supuesto que es complicado –replicó Shinra, como si se tratara de la obviedad más grande del mundo–. Si no lo fuera, esa persona no sería el amor de tu vida, Hajime. Sea lo que sea que lo hace así, quiero que sepas que tu padre estaría orgulloso de verte pelear por quien amas.

Iwaizumi cerró los ojos por un momento, aspirando aire fuertemente. Esas palabras no solo habían conseguido darle el confort que Iwaizumi había necesitado tanto durante todas estas semanas atrás, sino que también habían conseguido que se replanteara una idea descabellada que tan solo había cruzado su cabeza una vez: fugarse con Oikawa.

Su corazón, apesadumbrado hasta ese momento, dio un salto. Iwaizumi estaba casi seguro de que, si se lo proponía, Oikawa no dudaría ni un solo segundo en aceptar. A pesar de que eso era motivo de alegría, Iwaizumi no pudo ignorar el sentimiento de que estaba arrebatándola a Oikawa una parte importante de su vida.

En cualquier caso, ahora, en compañía de Shinra, no era el mejor momento para reflexionar sobre un asunto tan delicado, pero Iwaizumi se prometió a sí mismo que lo haría a lo largo de las próximas semanas. Esperaba haber llegado a una conclusión satisfactoria antes de que llegara el temido día en el que Oikawa tuviera que contraer matrimonio, pues eso sólo lo complicaría todo aún más.

La elección {IwaOi}जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें