La Prima de Messi | Neymar y Tú

33: Anda levántate

Ney me despertó a las 7:00 a. m. Cuando lo vi, ya estaba con su uniforme puesto para ir a entrenar. ¿Cómo lo hacía? llegamos muy tarde anoche.

Estaba en un profundo sueño, ni siquiera sentí cuando él salió de la cama.

- 5 minutos más...- supliqué aun con los ojos cerrados. Como pudieron haber notado durante todo este tiempo, dormir es una de mis cosas favoritas.

- No, anda. Levántate- dijo pero seguí acostada.

Neymar me empezó a hacer cosquillas en el estómago y a reírse, agarré la almohada más cercana y tapé mi rostro para que mi risa no se escuchara en los otros cuartos.

- Tenemos que irnos- dijo. Supuse que estaba sonriendo por como sonó su voz.

No dije nada.

Me cargó sacándome de la cama, yo con mi cabeza escondida en su hombro, me vi forzada a quedar de pie.

- Cámbiate, por favor- me sonrió y yo asentí.

- Está bien- le sonreí de vuelta.

Busqué mi ropa, que estaba en uno de los estantes de su cuarto y entré al baño a cambiarme. Dejé la pijama que Rafaella me prestó doblada en un estante.

Por otro lado, los padres de Neymar estaban desayunando y Rafaella y David Lucca seguían durmiendo.

- Buenos días- dijimos Ney y yo al bajar y sus padres nos respondieron de la misma forma.

***

En el auto de Neymar, pensaba en cómo sería mi discurso al encontrarme con mi primo en su casa, o con Antonella porque posiblemente él ya estaría en el entrenamiento. Dije que llegaría temprano... y ni siquiera llegué.

Frente a la casa vimos a mi primo encendiendo su auto. Él se dio cuanta de nos nuestra presencia y salió del auto inmediatamente. Su cara era de asombro, no esperaba vernos aquí tan temprano.

- Adiós Ney- le dije besando su mejilla y él me sonrió. Me bajé y quede frente a frente con Lionel.

- ¿Recuerdas que dijiste que no llegarían muy tarde?- preguntó. Su tono no era de enfado, pero seguro se preocupó anoche.

- Sí... Lo siento, pero se nos hizo muy tarde, y...

Neymar salió y dijo: - Nos fuimos a mi casa, no quería andar por la carretera tan tarde- medio sonrió.

- Bueno... Hablaremos de esto después. Cuídate- dijo Lio y me abrazó para despedirse. - Apúrate, que llegaremos tarde- le dijo a Neymar.

Esta conversación fue mucho más corta de lo que pensé, pero no se quedaría así, es lo más seguro.

Me despedí de Neymar y fui hasta la puerta de la casa, vi como los 2 autos se alejaban a una velocidad prudente.

- Buenos días- dije al entrar a la casa. Estaba Chop echado en la alfombra de la sala, se emocionó al verme y se levantó violentamente, le acaricié la cabeza con cariño y luego él se devolvió hacia la alfombra.

Subí las escaleras, no había nadie en mi habitación o en la de Thiago, así que fui a la Lionel y Antonella. Tal y como pensé, ahí estaba Thiago en la cama jugando con el control remoto de la televisión.

- ¡Hola!- sonrió el pequeño.

- ¡Hola!- le respondí sonriendo.

Antonella salió del baño con una blusa púrpura, unos shorts blancos y una toalla que envolvía su cabello mojado.

- ¡Ay, al fin, llegaste!- me abrazó como si lleváramos meses sin vernos. - ¿No te cruzaste con Lio? Él salió hace poco, ¿Cómo regresaste? ¿Neymar te trajo?...- hizo tantas preguntas que no puedo nombrarlas todas.

- Bueno, Neymar me trajo hasta acá y justo nos cruzamos con Lio, pero ambos se acaban de ir- dije.

- ¿Todo este tiempo estuviste con Neymar, verdad?- preguntó con una ceja en alto y asentí.

- Sí, desde que nos fuimos de aquel club.

- ¡Lo sabía! Ya Lionel creía que te habían secuestrado, yo le dije que estabas bien con Neymar- rió y se sentó en el borde de la cama.

- Bueno, ¿Y cómo les fue? Apenas vi algunas fotos en la noche- se quitó la toalla del cabello.

Los recuerdos empezaron a reproducirse en mi cabeza, justo como en el trailer de una película.

- Excelente. Nos divertimos mucho, conocí mucha gente...- sonreí.

Sin contar cuando vi a aquella amiga de Rafaella bailando con Neymar, todo había sido muy bueno.

- ¡Genial! Bueno, la familia de Ney se va hoy ¿Irás con él a despedirlos?- preguntó curiosa.

- No lo sé. Si Ney me dice, iré. La verdad, hoy en la mañana no dio tiempo de hablar mucho.