Siempre.

953 63 9
                                    

Los sonidos del bosque eran relajantes casi todo el tiempo, pero esa mañana me hicieron casi salir de la cama como maniática. Mi esposo llegaría en la tarde de ese día y no podía estar más feliz y ansiosa por verlo.

Me duché rápidamente, desayuné lo último de mis provisiones y salí de la cabaña hacia casa. Tenía que ponerme algo más bonito para recibir a mi esposo, regañar a mi mamá por preocupar a Zayn y salir al aeropuerto para verlo en cuanto saliera por la puerta de pasajeros.

Ya me imaginaba que no sería la única esperándolo, pero su fanbase no era tan grande en el reino Unido aún como para ser un peligro multitudinario. Tendría que esperar que se desocupara, pero  yo sería la primera en abrazarlo y besarlo. Con eso tenía.

–Adiós, vuelvo más tarde –grité un rato después. Estaba apurada. Realmente ansiosa.

Mis padres lo sabían y se notaba en todo mí ser. –¡Los esperamos para cenar! –gritó mamá despidiéndose desde la puerta mientras de nuevo “pedía prestado” su auto.

–¡Okey! –grité acelerando por la calle. Creí escuchar algo sobre ser precavida, algún grito de mi padre, pero no le puse atención.

Por supuesto no iba a conducir como una loca, era responsable por la vida de mis pequeñas y la mía. No era tan irresponsable como antes. Porque sin duda había sido muy descuidada antes. Era impertinente, impulsiva, algo descarriada. Sí, era una Troublemaker de pies a cabeza.

Mientras conducía repasaba que todo estuviera bien. Niñas, listo. Maquillaje, no mucho pero listo. Atuendo, casual y apropiado. Todo estaba preparado, sólo necesitaba llegar al aeropuerto. ¡Pronto! Con cada calle estaba más ansiosa, sonreía como niña pequeña a todo a mi alrededor.

–¡Ya van a ver a su padre, niñas! Lo extrañaron, ¿cierto? Apuesto a que sí, porque yo también lo extrañé, montones –estaba tan emocionada que no sabía cuán rara me debí ver hablándole a la nada.

Pronto estaba estacionándome cerca del aeropuerto. Veía desde ese lugar los aviones bajar a tierra y subir al aire. En uno de esos estaba por llegar mi esposo. Casi di saltitos hasta la entrada donde debía esperarlo. Había unas cuantas chicas con carteles y celulares listos para sacar la primera fotografía a Zayn Malik. Ellas buscaban algo con lo que recordar a mi esposo, el mismo que yo veía casi todas las mañanas, al que besaba, acariciaba y amaba. Tengo ventaja sobre ellas.

Caminé hasta la pantalla para verlas llegadas internacionales. El vuelo ya había aterrizado y los pasajeros estaban tomando su equipaje en las bandas transportadoras. Tenía un poco más de siete minutos para comprar un bocadillo. El estar tan ansiosa me daba mucha hambre. Y lo gracioso es que no sólo eran mis ganas de alimentarme, sino también la de mis hijas.

Me acerqué a una tienda de nombre desconocido y pedí unas papas fritas. Nada saludable, lo sabía. Sólo como snack. Mientras pagaba una joven delgada, que estaba justo detrás de mí, me tomó del hombro.

–Disculpe, ¿usted es Marie St. Cloud? –su ojos azules, enormes y brillantes estaban fijos en mí. Al parecer estaba sorprendida.

–Sí. Bueno, de hecho soy Marie Malik. ¿Nos conocemos? –no creía que así fuera ya que solía tener una excelente memoria para rostros y nombres.

–No, no. Por supuesto que no nos conocemos, pero yo sé quién es usted –fruncí el ceño sin comprender–. Voy en camino a Nueva York. Logré entrar en su academia –estaba más que orgullosa de lo que decía.

Nunca me había sucedido algo como eso. No me incomodó, al contrario me hizo sentir parte de algo importante. –Primer año. ¡Te felicito…!

–Nina –dijo estirando su mano. La tomé sonriendo. –La veré en la academia pronto –asentí y se fue por su camino.

Forever Troublemaker. [Terminada]Where stories live. Discover now