Medicina y Droga.

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Una oleada de dolor abarca mi pecho, algo está mal... Abro mis ojos y veo una luz redonda que me deja casi ciega. ¿Qué pasa? Nada tiene sentido. Una persona con un tapabocas se acerca a mí, tiene un bisturí. Se acerca más, abre en mi pecho y una línea delgada de sangre corre sobre mi corazón.

Dejo de mirar, hasta que siento que me han quitado una parte de mí. Mis ojos vuelven a ver la luz, se ajustan al brillo y logro ver mi corazón, aun palpitando en la mano de la persona con el tapabocas. Intento gritar, pero no tengo voz, intento zafarme o moverme, pero estoy atada a la cama.

Empiezo a llorar descontroladamente, aquella persona intenta callar mis sollozos, y lo hace dirigiendo el bisturí directo a mi garganta. Me hace girar el rostro hacía la derecha, allí hay un vidrio; a través de él veo a Zayn.

—¡No! ¡Largo, vete! le digo con mis ojos, enseñándole mi miedo. Él no se mueve, me observa morir con lágrimas en los ojos y recibiendo las condolencias de... de mis amigos, que aparecen justo detrás de él. ¡Noooo!

¡La perdí! grita a mis amigos. Harry lo aleja del vidrio y lo abraza.

Despierto en medio de gritos. Todo mi cuerpo tiembla y un sudor frío me recorre. Es la segunda vez que tengo este sueño y sigo sin entenderlo. Salgo de la cama hacia el baño, en el espejo me encuentro pálida y con terror en los ojos. Trato de respirar y volver a la realidad, aunque esta no es muy diferente al sueño: sigo en medio de la pesadilla de mi divorcio.

Después de alimentar a las niñas bajo en busca de algo de comer. Me encuentro con Zayn saliendo de su oficina. —Buenos días —digo por costumbre más que por cortesía.

Asiente hacía mí. —Quiero hablarte sobre ayer... —Casi espero una disculpa, pero en vez de eso: —Realmente no quiero que él esté cerca de las niñas. Puedes pasar todo el tiempo que gustes con él, pero por favor manténlo lejos de Ana y Kara.

Bufo y sigo mi camino hasta la cocina. No planeo discutir hoy con él. Sigue mis pasos. —Debes saber que no hay manera en que Brad deje de estar a mi alrededor, tal y como Sabrina parece estar pegada a ti —sirvo en un bowl un poco de cereales con yogurt. Hoy tendré un día largo con el último ensayo en camino. —Además, ¿cómo sabes cuando él está aquí?

Ignora la pregunta y comenta cortantemente: —Marie, sólo aléjalo de mis hijas.

—Te recuerdo que tu trajiste a Sabrina a mi casa con mi familia aquí, creo que no tienes de qué quejarte —inesperadamente ambos mantenemos un tono de voz normal, nada de los gritos de ayer. Agradezco esto, ya que no quiero que las niñas tengan que escucharnos desde tan pequeñas discutiendo.

—¿A eso estamos jugando? ¿Es un toma y dame? —peina su cabello y sé que hay desesperación recorriendo su sangre. —Pensé que habíamos madurado en algún punto después de nuestra boda... —se gira para salir de la cocina, pero vuelve y agrega: —Si esto es un juego para ti, yo ya no quiero jugar. Sólo aleja a ese galán de pueblo de mis hijas, ¿de acuerdo?

A pesar de sentirme ofendida por cada frase que ha dicho no le dejo ver que me ha afectado. —¿Y si no qué?

Antes de poder responderme Amalia entra en la cocina, él la saluda y se marcha sin siquiera verme. La puerta delantera suena fuertemente en cuanto deja la casa. El ama de llaves me da los buenos días y pone en marcha la cocción del almuerzo. Me llevo mi tazón al patio trasero para tratar de tener un desayuno más calmado.

ººº

El último ensayo tuvo lugar y fue más que perfecto. Me agradó ver que los profesores de hecho se esforzaron mucho para lograr que la coreografía fuera el vivo ejemplo de lo que esperamos de los estudiantes. Con la satisfacción en mente les pedí a todos estar temprano la mañana siguiente. El día de la presentación estaba a la vuelta de la esquina.

Forever Troublemaker. [Terminada]Where stories live. Discover now