Te Tendré de Nuevo |Dylan O'Brien|

27. Deseo que sea por siempre.

Grace.

Después de salir del edificio. Tomé un taxi para ver a Tyler. Debo admitir que estaba un poco nerviosa por saber quién soy en realidad. Es decir, hace días que una parte de mis recuerdos los estoy recuperando.

Mordí mis uñas por un momento mientras miraba a través del cristal. Ya estaba llegando a mi destino y mi corazón comenzó a latir más rápido. Cuando el chofer del taxi mencionó que habíamos llegado. Abrí mi bolso para pagar. Le di la cantidad correspondiente y salí para dirigirme al dichoso club. Miré mi alrededor antes de entrar y pude notar a Caleb a lo lejos. Yo solo sonreí y entré.

Tyler estaba de espalda. Toqué su hombro y se asombró, se levantó de su asiento y nos saludamos.

—¿Cómo has estado Grace? — preguntó mientras caballerosamente me ayudó a tomar mi asiento y le agradecí.

—Te seré sincera — me mira con atención — he estado nerviosa.

—Bueno. Yo también lo estoy… — confesó — no he podido dormir en solo pensar en como te diría lo que hemos vivido antes de que perdieras la memoria.

—Lo sé — suspiré porque también pasé por lo mismo — solo he recordado muy poco, pero en verdad me ayudarás demasiado si me cuentas nuestra historia como hermanos.

Él sonrió.

—De acuerdo. — suspiró — cuando naciste. Te veía tan frágil que desde ese entonces supe que tenía que cuidar de ti…

Contó en como es que de niños nos hacíamos travesuras. Los días de campo que pasábamos en familia. Cuando íbamos juntos al colegio y teníamos excursiones con nuestros amigos y sobre todo un lugar muy interesante que mencionó. Una casa de playa. Me la describió, pero yo ya lo había recordado hace unos días atrás.

Sabía que detrás de esos buenos momentos sucedían los malos ratos.

—Cuando tenías 13 tuve que irme a estudiar a Europa por unos cuantos años y en ese tiempo cuando cumpliste 17 papá y mamá ya se habían divorciado — lo miré que estaba serio y sabía que venía lo peor. A lo que me temía. — hasta después llegué y me enteré… — se detuvo por un momento. Trataba de prepararme con sus siguientes palabras, a la parte triste de la histotia — no supimos de ella hasta que tuviste un reencuentro desagradable con nuestra madre. Estabas con ella en un lugar muy alejado de nosotros y cuando intenté buscarte ocurrió un desenlace que nos hizo creer que tu estabas muerta.

Yo estaba estupefacta. Todo lo que me había dicho Megan era una farsa aunque ella en una parte me dijo que siempre Megan fue “la hija favorita” de mamá. Corrió unas cuantas lágrimas por mis mejillas y Tyler solo se levanto y se acercó abrazarme.

—Tyler…

—Dime — dijo en voz baja.

—¿Cómo es papá? — él se alejo y sonrió.

—Te diré, pero antes quiero que me prometas que por el momento que no podrás ir a verlo. — yo lo miré confundida.

—¿Por qué no puedo? — limpié mis lágrimas.

—Él no sabe que estás viva. — quedé atónita por su respuesta. ¿Qué demonios?

—De acuerdo. — dije en voz baja.

Suspiró y me describió a nuestro padre. Sonreí porque era justo como lo recordaba cuando aún no sabía quien era. Me alegraba saber que lo reconocía aunque parte de mi me entristece en que él viva engañado justo como yo.

Después de  esta conversación de entre hermanos. No sentimos la noción del tiempo que ambos decidimos ir a casa.

Al llegar miré a Megan acercarse.