Te Tendré de Nuevo |Dylan O'Brien|

14. Siempre fuiste tu.

Dylan.

—No enciendas la luz — le dije.

—¿Por qué no? — logró decir.

—No quiero que nadie nos interrumpa — paseo mis labios sobre su oreja

—Dylan… solo hablemos — tragó saliva.

—¿Sobre lo mismo? — pregunté y se giró

—Si…— me mira. Esa mirada me decía otra cosa, algo más que solo hablar.

—No creo que quieras hablar — dije a lo bajo.

Su nariz choca con la mía.

—Te equivocas — susurra — yo si quiero — mira mis labios.

Lamo mis labios mientras ella muerde los suyos.

—Hablaremos menos — dije

Besé sus labios suavemente. Grace no respondió al principio, pero luego siguió. Ya extrañaba besarla, estaba saboreando el beso al igual que ella.

Nos alejamos, pero nuestros rostros seguían juntos.

—Debo irme — me mira.
—No, aún no — acaricio su mejilla.

—Debo hacerlo… — le doy un beso más.

Ella no quería irse, tomó mis mejillas para alejarnos poco a poco.

—Dylan… de verdad tengo que salir de aquí — dijo

—De acuerdo — dije no muy convencido.

—Tal vez en otro momento hablemos — acaricia mis labios mientras se aleja.

Sale del armario, yo espero unos segundos para no levantar sospecha alguna.

Miro a los lados y no había nadie más que Grace esperando a su prometido.
Salí sin problema alguno, me dirijo a la sala principal. Escuché salir al señor Nathan junto con su hijo, Cody.
Suspiro y decido asomarme.

—Señor, la mesa está lista — dijo Rosa.

—Gracias Rosa, vamos — dijo Cody

—Dylan, también ve a cenar y de ahí te puedes retirar— dijo el señor Nathan.

—Gracias señor, permiso — me voy junto con Rosa.

—Te ves diferente — me dice Rosa mientras caminábamos sobre el pasillo que nos llevaba hacía la cocina.

—¿De verdad? — pregunté irónico.

—Si, ¿algo te ocurre? — preguntó curiosa.

—No me pasa nada, solo que quedé de cenar con mi padre — mentí.

—Que tierno de tu parte, si quieres te… — la interrumpo.

—Solo comeré un poco aquí y terminaré de cenar con mi padre — dije

—De acuerdo — me mira confusa.
Al entrar a la cocina, Kaya me da un plato servido. Tomé asiento, sinceramente no tenía tanta hambre.

Estaba emocionado, por fin pude besarla. He anhelado por eso hace unas semanas atrás y al parecer ella igual, no logró resistir el momento.

Si se lo contará a Tyler, tal vez me mataría por no hablar con su hermana en vez de tener un pequeño reencuentro en el armario de mi jefe.

Siento que Kaya me miraba.

—¿Qué?

—Estás muy pensativo…— muestra una pequeña sonrisa.

—Bueno yo…— me interrumpe Rosa.