Capítulo 19

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Gracy aparcó su coche justo delante del mismo club donde tuve que venir como loca a buscarla.

Qué noche.

Recordarlo me provoca al instante aquel dolor terrible en la espalda.

Nos adentramos al club y ya mis oídos querían estallar por la música demasiado alta.

-¿Quieres tomar algo?- elevó Gracy su voz. Asentí, siguiéndola hasta la barra.

Recordé aquel chico de la barra que me llamó por mi amiga. Lo saludé con una leve sonrisa. Al principio quedó como confundido.

Pues obviamente. Por esta barra pasan demasiadas personas.

Qué tonta.

Aún así, el agradable chico respondió a mi saludo haciendo un gesto con su mano.

-Hey, Jacob- lo saludó Gracy con una gran sonrisa, sentándose luego en una de las sillas de la barra.

-Hola Grace- le sonrió de vuelta.

Espera, espera, espera.

¿Desde cuándo éstos dos se llevan taaan bien?

¿Por qué Gracy no me comentó nada sobre esto?

Se lo tenía muy reservado.

Esta chica terminará por volverme loca.

La imité, sentándome a su lado. Gracy me presentó al apuesto chico de ojos grises y cabello negro.

-Tenemos una conversación pendiente- le dije acercándome a ella- Y no tienes escapatoria- me dio una sonrisa pícara, la que hablaba por sí sola.

Gracy me llevó a la pista de baile. No se cuántos zapatos pisé, pero sí los zapatazos que recibí.

¿Esto era bailar o una competencia de pisar zapatos?

Me olvidé de eso cuando Gracy me dio a probar un trago de Vodka. Juro que fue la peor sensación que he tenido en la vida. Mi garganta quemaba y mi estómago gritara por que comiera algo. Esto era más detestable que un chile picante.

Bueno, creo que exageré un poco.

-Gracy- no podía alzar mucho la voz. Me sentía mareada, muy mareada. Mi amiga ni se inmutó, tuve que pegarle en el brazo para que se diera cuanta de mi estado.

-¿Qué pasa?¿Estás bien?- me sostuvo con sus manos, estabilizándome.

-No me siento bien. Sácame de aquí- le pedí.

Gracias a Dios que no había tomado demasiado, ya que tenía que conducir después a su casa. La mía no estaba lejos pero quería que ella me llevara para estar más segura de llegar bien. A penas eran las 10:00pm y mi noche ya había terminado.

¿Por qué tuve que probar esa cosa?

-¡Oh, Dios!- exclamé sorprendida cuando enteré en mi cálida casa.

-Hija, yo- trató de explicarse, pero no le di tiempo. Cerré la puerta y a pesar de mis mareos, subí rápido a mi habitación cubriendo mis ojos.

Yo solo quería liberarme de problemas y ahora tengo más.

Me recosté al la puerta de mi cuarto, asimilando lo que acababa de ver.

Estaban copulando.

En el sofá.

¿Es en serio?

Genial. Ahora es imposible quitar la imagen de mi cabeza.

Su irresponsabilidad me ha traumado.

Gracias Sra. Thomes y Sr. Smith.

*****************

-Discúlpame ¿si?- era la cuarta vez que mamá se disculpaba, mientras yo felizmente tomaba mi delicioso desayuno- Es que como dejaste en la nota que vendrías sobre las doce yo pensé-

-Ma, basta. Ya pasó así que no te preocupes- la interrumpí porque conociéndola bien sería capaz de contarme tooodo lo que pasó anoche.

Me brindó una sonrisa dulce y se fue al trabajo.

Lo mejor: Ya no escucharía más sus lamentos.

Lo peor: La imagen todavía estaba grabada en mi cabeza.

UGH!

Bajo Las EstrellasWhere stories live. Discover now