— Y ya te dije que te quería comprar algo —rodé mis ojos, revolviendo tu cabello con mi mano libre.

— Ok ok —sonreíste mientras arreglabas tu cabello, despeinado por mi.

Juro que tu sonrisa me daba mil años de vida, y no, no estoy bromeando.

— Entonces, Yoonnie, vamos a mi casa.

Sin prestarle mucha atención a lo que hacías, tomaste mi mano y comenzaste a caminar, bebiendo de tu ahora café dulce.

— ¿Queda muy lejos? —pregunté, más interesado en la unión de nuestras manos que del macchiato en mi mano izquierda.

— Vaaamos Yoongi, no seas perezoso~ —no sabía si habías rodado tus ojos ya que ibas un poco adelantado, pero de seguro que sí hiciste una mueca—. Pero tranquilo, no es taaan lejos.

— Eso no me alivia.

— Min Yoongi...

— Ok... exagerado...

— ¡Yoongi!

[ • • • ]

— ¿Qué hacemos aquí?

— Aquí vivo hyung —dijiste con burla, de seguro porque tenía una expresión de incredulidad en mi rostro.

— ¿Qué? ¿Cómo carajos puedes vivir en una casa así?

— Unh, uno se acostumbra.

Tu casa no era grande, y eso era lo que me sorprendía. Era como una casa del montón, eso sí, era de dos pisos, tenía un pequeño porche y en el jardín delantero habían rosales.

Pero aparte de eso, tu casa no era una exageración, no era una mansión ni nada cerca de eso.

Y fue cuando entramos que me sorprendí más.

Estaba la sala, la cual se conectaba a la cocina, y no había pared que dividiera las dos áreas, por lo que se podía ver lo que se hacía en la cocina o en la sala estando en una de las áreas.

Los sofás eran negros, pero no eran de una tela costosa, eran simples. En el centro de éstos, estaba una pequeña mesa ratonera, estando un pequeño jarrón sobre ella.

En sí, lo único que tenía la sala era eso, unos sofás y la mesita, además de un jarrón grande en una de las esquinas, pero más nada.

Y la cocina era normal, tenía un mesón que conectaba con la cocina y al final de éste estaba la nevera. Tenía unos cuantos gabinetes arriba del mesón, tal vez con productos o ollas, quién sabe.

Y, frente a todo eso, estaba una mesa, o bueno, no era una mesa como tal, ya que debías sentarte en el piso si querías comer, ya que la mesa era baja.

Era como al estilo viejo, cuando te sentabas sobre tus piernas, sobre una almohada, en el piso.

Luego, a un costado de la casa, estaban las escaleras que te llevaban al piso de arriba, obviamente. Desde donde estaba, pude ver que en la pared de las escaleras habían fotografías.

No me acerqué a verlas ya que no quería parecer un chismoso, pero de verdad que la curiosidad era grande.

— Y bueno, éste es mi lindo hogar —al ver aún mi expresión de incredulidad, tu sonrisa desapareció, reemplazando ésta por una mueca—. ¿No te gusta...? perdón, se me ha olvidado organizar y...

— ¿Cómo es posible...?

— ¿Qué?

— Leo, tus padres son jefes de una de las empresas más importantes en corea —negué, sentándome junto a ti en el sofá más grande—. Pensé que ibas a tener una mansión o algo así...

— ¿Acaso sólo eres mi amigo porque soy adinerado? —preguntaste con cierta incomodidad y decepción—. No me sorprendería, de todos modos no eres el primero.

— ¡No! ¡Nunca creas eso! —te grité, no siendo consciente de lo brusco que me escuché hasta que ví tu expresión sorprendida.

Tomé tu mano, escogiendo ésta vez las palabras correctas.

— Tan solo me da curiosidad saber, porqué, en vez de tener una gran casa, tienes una casa normal. Es hermosa, sí, pero me sorprende.

Reíste, ésta vez entendiendo mis palabras. Gracias a Dios, porque no quería que pensaras mal de mí.

— Ya veo, dices que no aproveché la fortuna de mis padres —asentí despacio, tal vez no era un tema bueno para tí—. Tranquilo, está bien. Respondiendo a tu pregunta, te lo diré; Yoongi, no me gustan las cosas costosas, no soy alguien que sea muy... apegado a su dinero. ¿Por qué crees que decidí tener mi cafetería? quise ser independiente, no quise depender del dinero de mis padres. ¿Crees que ellos no me ofrecieron un lugar más lujoso, caro? Claro que lo hicieron, pero lo rechacé, como ya te dije, no quería algo que tuviera que ver con su dinero. Éste lugar lo compré con mi dinero, el cual he ganado gracias a la cafetería.

— Así que, en resumen; no te gusta todo eso de ser rico y te gusta lo simple y cómodo —sonreí al ver como asentías con suavidad.

— Exacto. De pequeño, muchos niños eran mis amigos solo por mi dinero, y era algo que siempre me molestaba y me ponía triste.

— Ya veo... por favor, no pienses que soy tu amigo sólo por tu dinero. Yo de verdad te quiero... —en realidad, "te amo", era lo que quería decir, pero no quería arriesgarme aún.

— Yo también te quiero Yoongi.


¡Bueeeeeeenas! Jsjsj, estoy muy activa últimamente, ¡gracias Day6, me inspiras! ♥
Bueno, quería aclararles un par de cosas de éste recuerdo.

Si retroceden un poco, al capítulo donde Yoongi se confiesa, el mismo va hasta la casa de Leo para buscarlo y así ir a la cita. Tal vez pensarán "pero si ya sabía dónde vivía, ¿cómo que es la primera vez que va?" Ok, cuando Yoongi se confiesa, es ya mucho después de éste recuerdo.

Y bueno, ya es obvio que en éste recuerdo no son novios, peeeero, de seguro habrán notado que son muy acaramelados entre sí.

Ésto es porque ambos son así con el otro. Además, uno de los pasatiempos de Yoongi es molestar a Leo y hacerlo sonrojar -cute ♥-

Creo que eso sería todo. Espero les haya gustado el capítulo 💕
Baaay~

Stop Sleep, Please. [Min YoonGixMale!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora