III

1.5K 167 13
                                    

— ¿Hyung?.

Dejó de escribir en su laptop, echándose hacia atrás en su silla giratoria y observando con desinterés la puerta de su oficina.

— ¿Qué?.

— Unh, ¿Puedo pasar?.

Rodó sus ojos, volviendo a la posición de antes, volviendo a escribir en su aparato electrónico.

— Estoy ocupado.

— ¡Anda hyung!, Sé que está molesto con nosotros...

Y era cierto, aquel día, después de ver a su pareja, al volver, les reclamó a los chicos el porqué de haber contado aquello. Obviamente se disculparon, y el los perdonó, pero aún así, aún se sentía un tanto enfadado.

—... Y bueno —volvió a prestar atención a la voz del maknae, cerrando sus ojos.—, quería darle algo que Leo hyung quería darle...; Ese día.

El azabache se sorprendió al ver como al apenas pronunciar a aquel chico la puerta de aquel estudio se abrió de golpe, revelando a su hyung con su ceño fruncido.

— ¿Qué es?.

— ¿Podría dárselo adentro?.

[ • • • ]

— Hola amor.

Saludo, sin obviamente recibir respuesta, sentándose a un lado de la camilla. Lo observó dormir tranquilamente, con su pecho bajando y subiendo.

Sonrió tristemente, tomando la mano del menor y dándole un suave apretón.

— Hoy tuvimos el día libre, aproveché para dormir un poco más y encerrarme en el estudio..., ¿Sabes?; Hoy no tenía planeado venir a verte, aún duele, ¿Bien?. Verte así..., Y que todo sea mi culpa... —mordió su labio inferior, tratando de impedir que los sollozos salieran.

Limpió con fuerza las lágrimas en sus mejillas, para luego besar con suavidad la frente del azabache.

— Vine porque Jungkook me dió ésto... —sacó del bolsillo de su chaqueta aquel pequeño dije, el cual era una rosa, pero al abrirlo se podía ver un tallado de los nombres de ambos y un forever.—, me dijo que pensabas dármelo ese día, que ambos habían ido un día antes a comprarlo y que te había ayudado a elegirlo, ya que pensabas que nada era suficiente para mí..., ¿Pero sabes?; Tú eres todo para mí, no era necesario un estúpido regalo, contigo a mi lado era más que suficiente. Te necesito a mi lado, te amo, de verdad te necesito y v-verte así es... es doloroso, mierda.

Ésta vez las lágrimas salieron sin control alguno, cayendo por pequeñas gotas a las baldosas de la habitación.

¿Recuerdas..., nuestro primer aniversario?. Estabas tan nervioso, me dijiste que no sabías que regalarme, que habías buscado por todos lados y no pudiste encontrar nada, y por eso, lloraste, lloraste porque no pudiste encontrar un objeto para mí. Pero oh, cariño, no era necesario un objeto para hacerme feliz, el que estuvieras conmigo hizo de ese día uno especial a diferencia de otros.

— ¡Ya llegué!.

Cerré la puerta tras de mí, confundiéndome al no verte llegar corriendo hasta mí, abrazándome.

Me deprimí un poco, ya que ese día era nuestro primer aniversario de novios y parecías no dar señales de vida.

Qué irónico, ahora mismo pareces estar así.

— ¿Leo, amor?.

Dejé mi cubrebocas y abrigo a un lado, al igual que mis zapatos, quedando sólo en medias sobre la fría madera que había por suelo.

— ¿Estás arriba?, ¡Leo!.

Me estaba preocupando, no respondías, y pensé lo peor, por lo que con un miedo inmenso corrí a las escaleras, subiendo éstas como alma que lleva el diablo.

Doblé un pasillo y paré frente a nuestra habitación, la abrí sin nada de sutileza, sólo para encontrarte ahí, en la cama, estando cubierto por las gruesas sábanas de la cama.

— Aah, Leo; me habías preocupado babo —fruncí mi ceño, acercándome hasta a tí y sentándome en la orilla de la cama.—, ¿Leo?, ¿Qué pasa?. ¿Te sientes mal o...?

Me sorprendí al escuchar como sollozabas, aún cubierto por las sábanas, apretándolas sobre tu cabeza para que no pudiera verte.

— Hey hey, ¿Qué pasa, por qué...?

— P-Perdón hyung —tu voz salió ahogada por las sábanas y tu llanto. Dejaste de cubrirte, dejando a relucir tu cara roja al igual que tus ojos hinchados por llorar.—, y-yo no pude, no p-pude encontrar...

— Ah, amor, ¿Qué no encontraste?.

— ¿Acaso no lo r-recuerdas? —me miraste atónito por unos segundos, para luego desviar la vista.—; hoy es nuestro aniversario..., El primero.

— Oooh, eso, sí, sé que es hoy, pero aún no entiendo bebé.

—No encontré un regalo para ti Yoon —pareció que el recordar eso te hizo querer llorar más, ya que dejaste las sábanas a un lado y tapaste tu rostro.—, d-de seguro tú m-me compraste algo y y-yo no encontré algo para tí.

— Pero amor, cualquier cosa para mí está bien, además, no era necesario.

— Pero..., Quería encontrar algo perfecto para tí...

— Amor, mírame —te tomé de tus mejillas, acariciando y secando las lágrimas de ambas áreas.—, te amo, ¿Lo sabes, no?. Y no importa si no pudiste comprarme un tonto objeto por nuestro aniversario, lo único que me importa es estar contigo..., Tenerte conmigo es más que suficiente Leo.

— Hyung... —tus mejillas se habían puesto rojas, y no era por el llanto, ahora estabas avergonzado.

— Anda, ¿Qué tal si vemos un maratón de películas de terror?, Compré muchas botanas.

— ¡Sí!.

Ese día, ambos nos quedamos en cama, bajó las sábanas y con las luces apagadas. Abrazados del otro mientras veíamos películas de terror y comíamos botanas.

El mejor primer aniversario.

— Aah, sabes lo importante que eres para mí, ¿No?. Te amo Leo..., Deja de dormir, por favor....



Perdón si notan los capítulos tan cortos, ah 😐

Stop Sleep, Please. [Min YoonGixMale!reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora