Las cenizas y el charco (Final) (10)

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La lluvia terminó por cesar, y Aqua terminó siendo tan sólo más agua entre la inundación que ya había, y apenas el cielo se despejó, el líquido que fluía por las calles se evaporó, ascendiendo al cielo y mostrando sus tonos blancos.

Todos comenzaban a salir para observar el azul del cielo de nuevo, sin ninguna nube que obstaculizara el brillo del sol.

Muchas fotografías fueron tomadas aquel día; la gente tomaba las cámaras y capturaba imágenes de la joven heroína, del cielo azul y del único charco que había quedado después de que toda el agua se evaporase; aquel charco era Aqua, que sin razón aparente se había ido. No deseaba morir otra vez; pero lo había hecho. O al menos en esa dimensión lo hizo.

Lana recordaba un nombre que su contrincante había dicho antes de volverse sólo un charco; Irvette. ¿Acaso ese sería el nombre de la pelinegra antes de ser Aqua? Nunca lo sabría; unas gotas de agua en el suelo no podían darle la respuesta a ninguna pregunta.

Al día siguiente, todos lo noticieros tenían alguna nota sobre los hechos recién ocurridos, acompañados de fotografías de la adolescente que había salvado a todos, de su contrincante Irvette, de la lluvia y del cielo despejado. La gente compartía sus opiniones y testimonios por redes, hablando de la marca que dejó en ellos aquel sorpresivo evento y la aparición de Flama.

Lana se volvió una persona la cual todos respetaban, a la cual todos le pedían fotografías. Sabían que siempre vendrían más peligros, pero todos se sentían tranquilos porque tenían a una heroína que les protegería.

Al final, la rubia seguía considerándose tan sólo una persona normal; una adolescente que tenía bastantes más preocupaciones que salvar al mundo, como el hecho de seguir extrañando a sus padres. No obstante, ya no dolía tanto, porque sabía que donde estuvieran, se sentirían orgullosos de ella por todo lo que había hecho en tan poco tiempo.

Y si había alguien en quien Flama hubiera dejado huella más que en otras personas… era en ella misma.

FIN.

Flama: Una heroína en llamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora