CHAPTER 2

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Habían llegado a Forks durante la noche, el espléndido auto de la familia Loughty las había recogido en la terminal del bus

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Habían llegado a Forks durante la noche, el espléndido auto de la familia Loughty las había recogido en la terminal del bus. Ahora mismo se encontraban en la residencia que se hallaba en Forks, la familia solía pasar vacaciones allí.

—¿Es amable? —la vocecita de Sophie interrumpió sus pensamientos.

—¿Qué, cielo?

—¿La señora es buena? —sonrió ante la pregunta.

—La señora es tu abuela, cariño —reprendió con su voz dulce.

Una voz y actitud que sólo utilizaba con su pequeña sobrina. Únicamente con ella.

La niña asintió y volvió a recostar su cabeza en las piernas de su tía, cerrando sus ojitos tratando de conciliar el sueño. Arianne admiraba el rostro de la pequeña. Entre más miraba a su sobrina, más se lamentaba por todo lo que había pasado. Pensaba que la muerte de sus padres no le afectaba de manera considerable por ser pequeña, pero aún así en las noches se levantaba llorando pidiendo por ellos. Arianne había perdido a su preciado hermano, con el que creció a la par por ser mellizos, y de pronto en una tarde tranquila se lo arrebataron. Lo extrañaba considerablemente y sentía como su falta iba aumentando en su pecho a medida que pasaba el tiempo, viendo como su hija crecía sin él.  

—Sophie, cielo, despierta —movía ligeramente a la niña.

Ambas bajaron del auto tomadas de las manos, mirando la morada que se encontraban frente a ellas. Era una enorme residencia, su imagen externa se veía realmente extravagante. Con pilastras en la entrada, que le daban un toque elegante. La madre de la pequeña Sophie provenía de una familia de la clase alta sin dudas.

Arianne suspiró mirando a su sobrina, la cual se encontraba asombrada por tal caserón.

Una señora de cabello rubio y ondulado abrió la puerta de la residencia con una gran sonrisa. Llevaba un vestido blanco y elegante pegado a su cuerpo, lucía un físico excelente para la edad que la asociaba Arianne.

—¡Han llegado! —exclamó totalmente feliz, achinando sus ojos por la gran sonrisa que adornaba su rostro.

Su apariencia resultaba agradable, a Arianne eso le extrañaba ya que su hermano le había comentado las actitudes desagradables que la señora había tenido con él. Sin dudas, esto la inquietaba completamente.

Suspiró silenciosamente y sin tomarse el intento de fingir una sonrisa falsa se acercó a la señora con Sophie aferrada a su mano.
"Sonríe demasiado" pensó Arianne un poco disgustada. 

Al pararse frente a ella notó como miraba de manera ansiosa y emocionada a Sophie.

—Sophie —sonrió a su sobrina —, saluda a tu abuela.

La niña con sus ojos un poco curiosos se acercó lentamente a su abuela, mientras este esperaba con sus brazos abiertos. Arianne notó como una pequeña sonrisa se formó en el rostro de su sobrina, para luego entregarse a los brazos de la señora.

Sophie era una niña totalmente dulce, cariñosa y sobre todo amable. Aquella pequeña tenía un corazón enorme.

El rostro de Arianne normalmente demostraba todo aquello que sentía, y no era más que contrariedad. No se sentía en absoluto cómoda, la sola presencia de la señora le creaba un sentimiento de fastidio. No la conocía, pero conocía a la perfección el papel que llevó en la historia de su difunto hermano y cuñada.

La señora Loughty se separó de los brazos de su nieta bajo la atenta mirada de Arianne.

—Señorita Moore —saludó la señora con una amable sonrisa.

—Señora Loughty —asintió en modo de saludo.

Un silencio incómodo se formó por unos minutos, en los cuales Sophie se acomodó al lado de su tía.

—Pasen, por favor.

Ambas invitadas ingresaron a la gran residencia.  

Era tal y como lo imaginaban, un hogar de ensueño. Totalmente elegante, todo era blanco, de mármol y una gran escalera estaba en el centro de la "casa de vacaciones". Arianne lo llamaría mansión. El gran esfuerzo de los Loughty había llegado muy lejos, este tipo de casa lo demostraba. 

—Su hogar es encantador y... amplio —susurró lo último.

—Gracias, Arianne —respondió la dueña de aquella vivienda. 

—De nada, señora Loughty —respondió con una sonrisa amable. 

Notó como dos jóvenes bajaban por la enorme escalera y supuso al instante de quienes se trataba. Los hermano de Lidia, su cuñada, ambos eran los mayores. 

Uno de los hombres corrió hacia la pequeña y la abrazó sin poder contenerse, por un segundo Arianne se sintió mal. Se las había negado durante todo un año, y todo por el miedo a que la aparten de su lado. Sophie era su única familia, su pequeño tesoro, ambas se tenían una a la otra. Temía perderla y al ver a la familia frente a ella el miedo se incrementó. 

Un sonrisa adornó en su rostro al escuchar la angelical risa de su sobrina, era la melodía que tanto amaban sus oídos. 

La mirada molesta de uno de los hermanos caía en Arianne, ésta sin sentirse ni un poco intimidada se la sostuvo hasta que Sophie tocó su mano, devolviéndola a la realidad. 

—Tía, tengo hambre —murmuró, su timidez hizo que la familia Loughty la miraron con ternura. 

—Sígueme, pequeña —le dijo su abuela—. Michael muéstrale la habitación a la señorita Arianne, hijo —le avisó antes de ir hacia la cocina con su nieta.

—Sígueme —formuló y subió por las escaleras, tomando una de las maletas de Arianne.

Ambos en silencio caminaban hacia la habitación. La pelirroja pudo notar la variedad de fotos y cuadros que adornaban las paredes. En la mayoría aparecía Lidia. 

Sonrió tristemente, extrañaba a su amiga. No podía evitar la nostalgia al recordarla. 

—Es aquí —apuntó a una puerta blanca. 

—Gracias —susurró e ingresó a la habitación—. Sophie dormirá conmigo —aclaró. 

—Mi madre le ha preparado su habitación, allí tiene juguetes y demás.

—Está bien, ¿podrían dejar las luces del pasillo prendida en la noche? Le da miedo la oscuridad y querrá venir conmigo —explicó mirando fijamente al hombre.

—Claro.

Michael abandonó la nueva habitación de Arianne, mientras ella se sumía en la pesadez de sus pensamientos. 

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¿Ya estás aquí? Eres rápid@, pero no pares ¡Sigue al siguiente! (guiño guiño ahre)

ROSSE ● Rosalie Hale ●Where stories live. Discover now