Broken Heart ©

05; Five

• Capítulo 5 •

Hay heridas que 
en vez de abrirnos la piel, 
nos abren los ojos 

—Pablo Neruda 

Los únicos que nos encontramos en el apartamento somos Cliff, James y yo. Los tres estamos sentados en el sofá en silencio, observando las noticias en la televisión. He de decir que estoy bastante aburrido, ahora mismo me gustaría estar haciendo otra cosa que no sea mirar fijamente el televisor, pero tampoco es que tenga otra cosa mejor que hacer.

Ayer recibí mi paga de este mes, por lo cual mañana aprovecharé para ir a comprar ropa y algo de comida debido a que no podemos estar alimentandonos de comida basura todos los días.

Ahora mismo es sábado por la mañana, está tarde tengo que ir a trabajar, y cuando termine me iré con James al Midnight Rock para asistir al concierto de Megadeth, la banda del amigo del rubio. He de admitir que no tengo demasiadas ganar de ir, pero si le digo que prefiero no asistir me sentiría culpable, ya que le dije que sí iría. En estos dos días no han pasado muchas cosas, James y yo no hemos intercambiado demasiadas palabras, de hecho creo que me está ignorando. Y por esa razón me siento más de bajón. El problema es que no tendría que ser así, pero el motivo de mi mal estar es porque me prometió que no me haría sentir mal y por eso pensé que intentaría mantener una relación de amistad conmigo, pero se ve que me equivoqué. Lo que más miedo me da es que puedan empezar a surgir nuevos sentimientos hacia James en mi interior, y eso es lo que menos espero que pase. Ya que aparte de que el es homófobo, sería imposible que entre los dos pudiese llegar a haber algo.

Me levanto del sofá y me dirigo a la cocina seguido de mi amigo, el cual se sienta en una silla cuando llegamos. Me acerco a la nevera y de ahí saco dos cervezas. Cuando cierro la puerta de esta doy un salto al encontrarme a James parado enfrente de mi, mirándome con una expresión seria. Menos mal que tengo las cervezas bien agrradas, por que o si no se hubiesen caído y hubiesen hecho un estruendo gigante.

—Dios, que susto —digo, pero pasa totalmente de mi, caminando para sentarse al lado de Cliff. Bufo y ruedo los ojos, el castaño sonríe—. Toma.

—Gracias —mi amigo coje la cerveza y, tras quitarle la tapa, bebe un sorbo; repito su acción.

—Tranquilo, ya me cojo yo una —dice James con una pizca de enfado. ¿Qué le pasa ahora?

—Esta noche iréis a ver a Dave Mustaine, ¿cierto? —pregunta Cliff, a lo cual yo asiento mientras me siento enenfrente de él—. Són bastante buenos, ojalá nosotros también lo fuésemos.

—Claro que somos buenos, no lo dudes —comenta el rubio mientras se vuelve a sentar con una cerveza en mano—, solo necesitamos practicar más para llegar a su nivel.

—Tienes razón, lo único que necesitamos para practicar es más tiempo libre y conseguir un estudio para ensayar —Cliff se termina la cerveza de un sorbo, lo cual me deja sorprendido, yo todavía ni voy por la mitad.

—Jason, ¿al final vas a venir al concierto? Por que si no quieres no pasa nada —el comentario de James me deja desconcertado.

—Si no quieres que vaya me lo dices y ya está —le miro a los ojos, siento una presión incontrolable en el pecho.

—No es que no quiera que vengas, por que me da igual, es solo que lo he analizado mejor y creo que ese no es tu ambiente —termina su cerveza y la deja en la mesa, se echa el pelo hacia atrás con una mano sin despegar su mirada de la mía.

—¿Y cómo sabes que no lo es? No me conoces de nada, ni siquiera te has molestado en acercarte a mi para mantener una conversación —me levanto de mi sitio, dejando el envase de cristal sobre la encimera de la Isla—. Sinceramente me da igual lo que digas, voy a ir, piensa lo que quieras.