C. 67.

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Abrazo a Ross más fuerte, siendo perfectamente consciente de que todo el grupito de amigas de Kimmy me miran como si quisieran destriparme en ese mismo lugar.

Volteo.
Eso es.
Ponte celosa querida perra.

-Eres mío.

Le digo a Ross.
Estirándome para llegar a besar su cuello.
Él me sonríe, y me toma de la cintura para luego volver a besarme los labios.

-¿Quieres ir a ver películas en mi casa esta noche?

Sonrío.
Teniendo en cuenta que significa ir a ver películas a su casa.

-Sí- vuelvo a besarlo- ¿Tú tía no estará?

Niega.
Tocándome tan solo un poco el trasero.
Por más que quiero molestar a Kimmy, decido subirle la mano tan solo un poco.
No disfruto que todo el mundo sea consciente de que Ross me toca delante de los demás como si nada.

-No, vendrá mañana por la tarde, así que sería perfecto si hacemos una pijamada.

Muerdo mi labio inferior.
Diablos.
Eso realmente seria genial.

-¿Podremos usar mascarillas faciales?

-Claro, las amo.

Doy una carcajada.
Ross me toma de la cintura y los dos dirigimos nuestros pasos hacia la puerta principal de salida de la escuela, hace más de 10 minutos que habían acabado las clases y nosotros seguíamos aquí por la razón de que nos quedamos basándonos en los salones.

Gracias a Dios, solo Kimmy y sus amigas se dieron cuenta.

Una voz chillona diciendo el nombre de mi novio me hace voltear de inmediato.
Es ella.
Esa jodida perra que sabía que no podía dejar de mirar a mi novio en sus clases.
Lo había comprobado pasando por su salón luego de teatro, sin que nadie se dé cuenta, miré por la pequeña ventana de la puerta, y comprobé que lo que me decía Leonard es verdad.

Ella no deja de mirarlo.
Él a penas se da cuenta de su existencia.

-Dime.

Responde mi novio, tan precioso y correcto.
Lo abrazo más, dedicándole una sonrisa falsa a Kimmy, quien me mira con una sonrisa hipócrita.

-Creo que se te olvidó que debemos platicar sobre el trabajo de lengua.

-No- responde de inmediato- Ahora estoy un poco ocupado, pero, mañana en la mañana hablamos de eso  aún hay tiempo, ¿verdad?

Kimmy asiente.
Incómoda y algo avergonzada.
Eso es Ross.

-Es que pensé que podíamos hacerlo en mi casa... mi hermano sabe bastante del tema y creo que podría ayudarnos, estará libre hoy por la noche.

Me aferro más a Ross para no lanzarme sobre esa maldita sarrapastrosa.
Por favor que diga que no...
Por favor que diga que no...

-Podemos hacerlo nosotros solos aquí en la escuela- suspiro de alivio en mi mente- Nos vemos mañana, ¿de acuerdo?

Kimmy vuelve a asentir.
Con una cara llena de vergüenza extrema.
Y yo ahora no puedo dejar de sonreír.

Ross...
Te mereces el jodido cielo y todas y cada una de las estrellas que habitan en el.

---

-Es un gusto verla de nuevo señorita.

Me saluda mi rubio, abriendo la puerta de su casa para dejarme pasar.

Sonrío.
Ross me quita mis maletas de las manos y las pone sobre el sofá.

-Están muy pesadas- ríe- Parece que te mudarás aquí.

WhatsApp | Ross LynchWhere stories live. Discover now