C. 54.

1.6K 108 16
                                    


- capítulo narrado -

Cada vez estamos más cerca a mi casa. Y no puedo dejar de pensar en lo que pasaría adentro, teniendo en cuenta que mis padres no estarían... pasaría lo que quisimos desde el comienzo. Y no puedo estar más aterrada.

¿Y por qué?
Ni yo lo sé.
Yo quería esto tanto como él, es más, lo quiero.
Pero, estoy tan nerviosa que siento que haré que Ross no me quiera más.

¿Qué tal si no le gusta mi cuerpo?
¿O si recuerda a su ex en pleno acto?

–Te ves muy seria cariño- comenta Ross, pasando su brazo por mi cuello– ¿A qué se debe?

Río.
Me causa gracia cuando habla así.

–Es cosa de nada- sonrío, pasando mi brazo al rededor de su cintura. Vuelve a darme un beso, esta vez media luna. Y por alguna razón, lo siento diferente a los demás...

Más...
¿Caliente?

Trago saliva.
Vaya, si quiere hacerlo.

–¿Estás segura?

Me pregunta nuevamente, acercándose más a mí. Asiento, sacando mis llaves de mis jeans para luego abrir la puerta de mi casa, con unos nervios que jamás había sentido antes.

Las manos de Ross se posicionan en mi cintura, y me incita a entrar. Cosa que los dos hacemos al mismo tiempo, una vez ya dentro, Ross retira una de sus manos de mi cintura y cierra la puerta. Haciéndome colapsar interiormente.

Vamos _____________.
Tu querías esto...
Por Dios, ni que fuera la primera vez que lo haces.

–¿Quieres algo de beber?

Le pregunto a Ross, volteando la cabeza
Su mirada se encuentra atenta en mi cuello, y sus manos siguen en mi cintura. Puedo sentir como el ambiente comienza a tensarse.

–No gracias- responde. Dándome otro beso sobre los labios– Tu casa es muy linda.

–Gracias.

Sonrío.
Tomo su mano derecha y lo guío hasta el sofá de la sala principal, donde nos sentamos de inmediato.

–¿Quieres ver una película?

Le pregunto.
Él asiente, acomodándose en el sillón.
Bien.
Es un progreso, al parecer no quiere hacerlo completamente... un momento, ¿eso no es malo?
Digo... debería de desearme.

–¿Cuál vemos?

Me pregunta, pasandome el control del plasma. Lo enciendo y pongo Netflix, mientras esto carga, lo observo, al igual que él a mí.
Como si nos acabáramos de conocer.

–¿Sabes?- pregunta– La mejor película está en tus ojos.

Su comentario me roba una sonrisa.
Y no puedo evitar no besarlo.
Sus labios se mueven al mismo compás que los míos mientras que sus manos envuelven mi cintura con esmero, tratando de no ser brusco conmigo. Cosa que me encanta.

Mis manos acarician su cuero cabelludo, raspandolo suavemente con mis uñas. Puedo sentirlo tensarse a mi lado. Río.

–Dios- susurra él, dejando de besarme para poder hablar. Sostiene mi rostro con su mano derecha– Eres hermosa _____________.

Vuelve a besarme.
Solo que esta vez su cuerpo se estampa contra el mío, haciendo caer a mi cuerpo sobre el sillón. Mi respiración se agita gracias a mis nervios, pero a pesar de ello no lo detengo. Me encantan sus labios.
Son malditamente adictivos.

Ahora sus manos yacen en mis costillas, tocándome de una forma deliciosa, tanto que me llega a estremecer. Sus labios bajan a mi cuello con lentitud, su lengua también participa en el juego, causándome escalofríos.

Gimo.
Y Ross lo escucha.
Presiona más mis caderas contra su cuerpo.

En un abrir y cerrar de ojos, siento su erección sobre una de mis piernas. Cierro los ojos, tratando de no entrar en un ataque de pánico.

No es que no quiera hacerlo con Ross.
Es solo que...
Todo parece tan distinto con él, logra hacerme feliz con tan solo una sonrisa... sus caricias me vuelven loca, al igual que sus preciosos ojos mieles.

Por ello tengo miedo de que todo lo que tenemos se arruine por sexo... quizá no le guste mi cuerpo, o quizá no lo satisfasca. Y temo de eso, quiero que absolutamente todo sea perfecto.

Y sé que quizá sea ridículo ya que ya hemos visto nuestros cuerpos. Pero diablos, en persona Ross es tan distinto... y produce tantos sentimientos en mí que no quiero arruinarlo nunca.

Sus labios vuelven hacia los míos.
Vuelve a besarme.
Esta vez noto que sus manos están por debajo de mi camiseta, sus dedos se deslizan por mi abdomen con una intensión tímida y completamente insegura de si seguir subiendo sus manos o no.

–Ross...

Susurro.
Haciendo que me mire.
Atento, como siempre suele hacerlo.
Haciendo saltar a mi corazón.

–¿Si?

Su voz es temblorosa.
Sonrío.
Está tan nervioso al igual que yo.

–Tengo miedo.

Digo, sin más.
Es mejor decirle lo que siento a no decirle nada y que llegue a pensar cosas que no son verdad.

–¿De qué?

Me pregunta.
Separándose un poco de mí, pero sus manos aún no me sueltan.

–De hacerlo.

Ross frunce el ceño.

–¿Eres virgen?

Trago saliva.
Que incómodo.
Niego.

Trato de sentarme, haciéndole saber que debe de alejarse tan solo un poco para poder tener esta conversación.

–No- susurro, con las mejillas hirviendo– Tengo miedo de arruinar esto.

Ross niega.
Me deja un beso en la mejilla.

–¿El momento? No lo estabas arruinando...

–No- suspiro, despeinando un poco mi cabello– Tengo miedo de que no te guste hacerlo conmigo, a eso me refiero.

Ross ríe.
Haciéndome sentir un poco mal.

–Eso nunca pasará ___________- toma mi rostro entre sus manos– Me gustas mucho, de verdad, y sea lo que sea que hagamos, me gustará porque lo estoy haciendo contigo- lo abrazo, sus brazos me corresponden al instante– ¿Estás segura que es eso?

Asiento.

–Pero también... no lo sé- suspiro– Sabes como inició lo nuestro... tuvimos sexting y fue grandioso pero, en persona todo es tan diferente... estando contigo me siento tan bien que...

–¿No quieres apresurarlo?

Me pregunta, con tranquilidad.
Asiento.
Muerta de vergüenza por dentro.
Ross me sonríe, y vuelve a besarme, solo que esta vez sin intensión de llegar a hacer algo más.

–Sentía lo mismo- susurra contra mí– No quise parar porque pensé que tú querías hacerlo.

Río.
Sintiendo un tremendo alivio en mi cuerpo.

–Quiero que entiendas algo- susurra, muy cerca de mi rostro– Jamás te presionaré a hacer algo conmigo... y quiero que sepas, de que cuando te digo te quiero, significa que te quiero de verdad, con todas tus virtudes y defectos... me tienes tan a tus pies ____________, que tengo el mismo miedo que tu tienes, solo que tengo miedo de perderte, jamás conocí a alguien como tú, y...- ríe, bajando la mirada– Demonios, me pones tan nervioso...- río– Te quiero mucho ___________, es todo.


---
¿Quieren maratón?

WhatsApp | Ross LynchWhere stories live. Discover now