—Gracias, pero no tengo hambre—.
—Como desee—.
Jimin se preguntaba como podía ser tan amable y frívola al mismo tiempo.
Pasa casi hora y media y tocan de nuevo a su puerta.
—¿Jimin?—.
Se levanta algo entusiasmado a abrir.
—¿Yoongi? Volvió pronto creí...—. Pero no era Yoongi.
—Hola bonito—. Hablo Jungkook. El Omega solo retrocede. Sintió como se le congeló la sangre.
—¿Cómo entró?—. Dice asustado.
—La señora Yiang me abrió, ¿te conté que es mi tía política?—. Sonrió descaradamente.
—Esta bien, escuche. No quiero ser un problema para usted ni para nadie, sólo le ruego que no me haga daño y no sabrá de mi jamás, se lo juro—.
—¿Por qué haría lo que me pides?—.
—N-no, no es que...—. Lo toma del cuello, el pobre Omega solo solloza. —¡Espere, por favor!—.
—¡Cállate!—. Lo avienta al suelo. —Debo admitir que fue fantástico follarte pero como eres tan idiota no podré hacerlo de nuevo—. Lanza una patada a su estómago. Jimin sólo puede retorcerce. —¿Que podré hacer contigo?—.
Jimin piensa rápido y jala el tapete debajo del mayor haciéndolo caer. Se levanta y corre.
Baja la escalera de prisa hacia la puerta pero nota rápidamente que esta cerrada luego de forcejear la perilla. Corre hacia el comedor notando a Jungkook persiguiéndolo.
—¡Idiota!—. Grita este último. —No sabes que acabas de hacer, no tienes ni a dónde huir—.
El menor lloraba con desespero, siguió corriendo hasta la cocina, también forcejeó la perilla de la puerta hacía el jardín pero igualmente estaba cerrada.
—No te esfuerces, la señora Yiang cerró antes de irse, le dí el resto del día, solo imagina lidiar contigo.—. Decía sarcástico y con total calma, con seguridad de que Jimin no saldría.
Como la cocina estaba en medio del Gran comedor y de la sala el menor corrió hasta esta última con la última esperanza de que las ventanas pudieran ser su salida, sin embargo fue lo mismo, cerradas.
En eso el Alfa lo toma del cabello, jala con fuerza hacía la mesa de centro dónde se golpea la frente para después caer boca abajo. Estaba totalmente adolorido y aturdido. Supo que sería todo. Jungkook le puso el pie encima para decir:
—Es una pena que seas un don nadie, si no fuera así eso hubiera salvado tu vida, quizá así si te hubiera aceptado pero no eres nada—.
Jimin lloraba con desespero, el costado de su frente sangraba y sentía como todo le dolía.
—P-por favor—. Pidió. —No me mate—. Solloza. —M-me iré... De-desapareceré...—.
—Cállate—. Susurra. —¡Cállate!—. Le suelta un puñetazo en el labio.
El pie del Alfa seguía presionando la espalda del menor, cada vez dolía más. Justo era arriba de su estómago así que ya le costaba respirar.
Se resignó, se quedó quieto, lloraba a mares pero en silencio. Sólo pensaba en Seokjin, pensaba en que le dolería que sufriera por su pérdida. Comenzó nublarse su vista, supo que si veía negro, no volvería a despertar. Supo que si luchaba, sólo sería más maltratado.
ESTÁS LEYENDO
• Consecuencias ● Yoonminkook • 💋
FanfictionUna noche, una sola maldita noche llena de lujuria llevaría a dos Alfas a aprovecharse y a actuar sin pensar en las consecuencias... por el deseo de un sensual Omega pasado de copas. El pobre Omega no recordaba mucho, solo quiere saber quién era el...
