Lo que no te mata, te hace más fuerte.
Pensó Ruby.
Quizá podría estar en lo cierto, pero siempre va a estar alguien que demuestre lo contrario. Ruby aprenderá que no todo lo que planeó podría salir exactamente igual, pero los resultados podrían ser...
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. ───────────── Omnisciente
Cuando todo acabó, la chica se acerco a su hermana para tomar su prenda correspondiente, segundos después, el trío de lobos, Jacob, Scott y Dom se posaron a su lado, y ciertamente la rubia se colocó por en medio de los Shin mientras Jake ladeaba su cabeza cerca de Bella. Ruby acariciaba el pelaje de ambos lobos mientras escuchaba a su hermana hablar.
- alguien saldrá lastimado... y tal vez podría morir, por mi culpa.-
- y mía también.- murmuró la menor.
- será 100 veces peor que esto ¿no creen? -
Bella acarició la cabeza de Jake, y antes de otra palabra, Jasper y Edward aparecieron. Las hermanas dieron una última caricia a los lobos quienes se fueron dando la vuelta para regresar con la manada.
- es todo por hoy.- informó el castaño. Los Quileutes empezaron a irse por donde llegaron.
Rato después, casi al ocaso, Isabella se encontraba sentada sobre el capó de la Jeep en donde había llegado con su pareja, Ruby se encontraba platicando con Esme y Heize con cierta alegría, y Jasper, sin querer interrumpirla, caminó cerca de la castaña dispuesto a vigilar el perímetro de donde estaban... pero la voz de la chica le hizo detener el paso volteandola a ver.
- Jasper, ¿estás seguro de que no puedo hacer nada? -
- tu mera presencia, tu olor distraera a los neófitos, su instinto de caza los abrumará y los volverá locos.-
- me da... gusto.- el vampiro le sonrió de lado asintiendo, apenas quizo volver a su caminar, la misma chica volvió a interrumpirle.
- Jasper, ¿Cómo sabes tanto sobre esto? -
En ese momento, el mencionado abrió la boca para hablar, pero con la misma la cerró mientras observaba a la humana.
- yo no tuve la misma crianza que mis hermanos adoptivos - inicio a hablar mientras quitaba su sudadera enseñándole sus brazos llenos de mordidas. La castaña se bajo del capó con su ceño fruncido mientras se acercaba más a él.
