15

958 87 38
                                    

Simon

Sus dedos se están deslizando por mi nuca. Esta frío y me hace querer saltar. Baz se acerca más, y me siento atrapado. Su cuerpo es como una muralla.

Mi corazón late como loco, y estoy casi seguro de que Baz puede oírlo. Me hundo más en la cama, intentando poner distancia, pero es en vano. Me tiene totalmente a su merced.

- ¿Que vas a hacer conmigo?-Me falta el aliento al hablar.

Su mano se detiene en la base de mi cuello, y lentamente, con su pulgar, mueve mi rostro, haciendo que lo vea fijamente.

-Nada que no quieras que haga, Simon.

Sus palabras hacen que mi pecho de un vuelco. Y sin poder evitarlo, me imagino a Baz mordiéndome. Puedo sentirlo: sus dientes clavados en mi carne y un calor abrasador recorriéndome.

Sin querer, suelto un jadeo. Es tan repentino que incluso Baz se queda congelado, y yo estoy muriéndome de vergüenza.

-Snow... ¿Qué?

- ¡Perdón! Yo sólo...

No tengo una excusa. Pero veo de reojo a Baz y está sonriendo.

-Es solo qué me aplastaste un poco

De repente veo que mi vaga excusa es patética; a pesar de la poca distancia entre nosotros, la única parte de su cuerpo que me está tocando es su mano. Él también se da cuenta de lo estúpido que soné, se hecha a reír. Es un sonido hermoso. Comienzo a reír, al fin me siento relajado después de lo tenso que estuve desde que desperté de mi sueño

Su pulgar se frota lento contra mi mejilla, y me genera una sensación reconfortante. Es extraño, pero no puedo negar que me gusta. Me recuesto contra su mano, sintiendo una agradable sensación cálida recorrerme.

Siento la punta de sus dedos contra mi cuello, y un escalofrío me baja por la espalda.

-Esto es muy agradable. -digo con un suspiro.

Baz se detiene súbitamente

-Para ya Snow. Me dan ganas de comerte otra vez.

Siento la cara caliente. A pesar de que quiero que Baz me muerda, me resulta embarazoso; no vas por ahí diciendo que te gustaría que un vampiro te mordiese.

Y entonces caigo en cuenta que casi no ha comido.

-No has vuelto a beber. Y la última vez no fue suficiente ¿Cierto? -Le digo

Él asiente con la cabeza.

-Si pasan un par de días más tal vez quiera morderte de verdad. Y no garantizo poder detenerme.

Ignoro el escalofrío que me recorre.

- ¿Y qué vamos a hacer?

Se lo piensa por unos instantes. Y sus ojos grises parecen brillar.

-No tienes que hablar en plural. No es tú asunto.

Me recorre una oleada de vergüenza. Había hablado como si fuéramos algo más.

Aun así, no dejaré que Baz salga sólo. La noche que pasó afuera fue suficiente para hacer que mis nervios se dispararan. No sé de dónde, pero sacó coraje para hablar.

-Te equivocas, Baz. También es mi asunto. Vivimos juntos, además, ya has bebido de mí.

Me mira directo a los ojos. Sabe que soy un testarudo de lo peor. Y aun así presiento que está pensando en cómo hacer para dejarme aquí mientras él se va a quién sabe dónde a tomar sangre. Necesito dejarle en claro ciertas cosas.

-Es asunto mío desde que tomaste de mi sangre. Estamos los dos en esto.

No aparto mi vista de él. Incluso levanto la barbilla, como señalándolo. Me niego a quedarme sólo aquí otra vez. Antes prefiero que Baz me deje cómo una pasa.

Después de unos segundos, Baz suspira.

-No quiero que salgas y te contagies Snow.

Me siento y Baz queda a horcajadas sobre mí. Le agarro la mano con fuerza, eso provoca que me mire a los ojos.

-Yo me siento igual, no quiero que te pase algo mientras estas afuera.

Me pierdo en sus ojos. Hay diferentes tonalidades de grises, pareciendo brillar. De repente, desvía la mirada, y por fin, se quita de encima de mí.

-Bueno Snow, ganaste esta vez, puedes acompañarme

Siento un tirón de pura felicidad en el estómago. Me paró seguido de él. Estoy resplandeciente.

Baz me mira serio.

-Pero vamos a tener que ser muy cuidadosos, Snow.

Asiento con la cabeza. Tener que usar cubrebocas y gel antibacterial es incómodo pero poco para poder salir. En realidad, es un precio pequeño que pagar con tal de prevenirnos del mugroso virus. Desde la ventana se puede ver que hay un buen clima, afuera la primavera es espléndida y es una pena no poder disfrutar de ella como se debe.

-Cuidadoso es mi segundo nombre. -digo mientras busco en mis cajones el cubrebocas que la escuela nos entregó.

A mis espaldas, siento a Baz moverse por la habitación.

-Snow, una vez te caíste al lago por estar jugando al héroe con tu espadita.

Recuerdo ese accidente: Pasó durante quinto año, quería impresionar a Agatha. Lo único que logré fue humillarme solito. Ese año hice puras estupideces. Baz se compadeció de mí y me ayudó a salir. Sonrío al pensar en ello.

La voz del Baz actual me saca de mis cavilaciones.

-Y péinate por favor. Yo no salgo con vagabundos.

Sin protestar, le hago caso.

................................................................................................................................................................

¡Hola!

Pido disculpas por tardarnos en actualizar, la cosa es que @hedwigSolangelo2610 y yo nos casamos. Y por andar de luna de miel, no teníamos tiempo para escribir. (?

Además este cuatrimestre para mi ha sido muy pesado.

Por cierto... ¡Hedwig quedó en la Uni! :D

¿Que tal va todo? Por favor, no se descuiden y si pueden, traten de comer saludable. Se viene el invierno y necesitamos ser fuertes para afrontarlo.

Gracias por leer~
Ciao!

Odio y amor en los tiempos del Coronavirus Where stories live. Discover now