05

848 95 51
                                    

Baz

Okay, quizá salir corriendo en la forma que lo hice ayer no fue la decisión más inteligente. Pero si hubiera seguido allí un segundo más, mi pobre corazón no hubiera aguantado.

Sé que Snow sólo esta aburrido, gusta de jugar conmigo, y que, con ambos encerrados, él no tiene mucho más que hacer. Estoy bien consciente de ello; y aún así, verlo ser tan suave conmigo me afecta en lo más profundo.

Por eso salí corriendo. Y cuando estuve fuera de la habitación, me encontré tan aturdido que no me di cuenta donde estaba hasta después de haber caminado unos minutos.

Terminé yendo a la habitación de Niall, necesitaba distraerme. Incluso aunque no pudiera contarle el incidente con Snow, al menos me serviría para escapar del rubio unas horas. No estaba seguro de poder soportar verlo después de como me había abrazado y dicho esas cosas.

Llego a la puerta, esta se abrió después de pasar mi varita. He estado en la habitación tantas veces a lo largo de los años que me reconoce como si fuera uno de los dueños.

Al abrir, me encontré una escena que no imaginaba ni en sueños.

Mis dos mejores amigos recostados sobre la cama. (En singular, porque juntaron las dos camas que originalmente tiene la habitación) Besándose, no era un beso pequeño o suave. Están tan ensimismados el uno en el otro que no han notaron mi presencia. ¿Y ahora que hago?

Sin querer, solté un ruido de la impresión. No me había dado cuenta de el nudo que tengo  en la garganta. Niall voltea  hacia mí. No parece afectado por mi presencia en lo absoluto, tal vez solo un poco molesto por la intrusión.

—Únete o vete de aquí Pitch, pero no te quedes allí mirando.

Una respuesta digna de él. Me recargo en la puerta, poniendo mi típica sonrisa burlona.

—Perdona, pero no beso idiotas. Asegúrense de usar condón, los veo después cuando no estén fajando

Y cierro la puerta, dejándolos seguir. Aún faltaban algunas horas hasta el toque de queda, y ni loco iba a regresar a la habitación antes de eso.

Así que fui a la biblioteca, que es uno pocos lugares a los cuales aún dejan tener acceso. Me recibió una maestra, con cubrebocas y una botella con aplicador de gel antibacterial.

Me quedé allí, leyendo una novela cualquiera, prácticamente hasta que la misma maestra que me recibió me obligó a salir. Ya estaba más calmado, pero aún no tenía la fuerza suficiente para enfrentarme a Snow.

Decido que lo mejor para mi es quedarme a dormir con Niall y Dev. Pasar la noche en el piso es mil veces mejor que aguantar a mi tormento personal.

Dudo mucho que él salga a buscarme hoy. Snow es demasiado "niño bueno" cómo para saltarse el toque de queda y salir de la habitación.

........................................................................

Despierto temprano y con la espalda adolorida. En la cama, mis amigos siguen profundamente dormidos y abrazados. Estoy feliz por ellos, aunque no deja de ser raro. No puedo evitar sentir un poco de envida.

Quisiera poder estar haciendo lo mismo que ellos.

Sin molestarlos, me levanto y salgo de allí. No pienso usar uno de los baños comunes cuando en mi habitación tengo mi baño privado. Además, ya tengo hambre y si no me doy prisa, Snow se comerá mi desayuno.

Snow...

Al fin, después de horas que no me parecieron lo suficientemente largas, voy de regreso a mi (Nuestra) habitación.

Algo muy parecido al miedo va creciendo por cada pasillo que recorro. Entre mas cerca estoy, más grande siento  el  nudo que se empieza a formar en mi garganta. No es hasta que llego a la puerta que noto que estoy temblando.

La puerta nota mi presencia y se abre. Lo primero que veo es a Snow, aún acostado en su cama. Suelto un suspiro que había tenido guardado del pánico. Tal vez el mundo se apiadó de mi un poco, dejándome mínimo ir al baño antes de hablar con él.

Cuando salgo, él ya esta levantado y se ve fatal. Tiene ojeras y su cabello esta mas enredado que de costumbre. Me ve, se levanta y camina hacia mí.

—¿Qué te pasó, Snow? Te ves como si...

Soy incapaz de continuar porque mi bobo compañero de habitación me atrapa en un abrazo más bien torpe. Lo siento temblar contra mi cuerpo.

—No vuelvas a desaparecer así, Baz. —Me dice, aún pegado a mí.—Estuve muy preocupado por ti.

Por contestación le doy un par de palmaditas en la espalda. Luego, mi mano solo se queda quieta allí. Él me aprieta más fuerte.

—No me fui demasiado lejos, Snow... pero intentaré no irme otra vez.

Se separa de mi y ofrece una de sus sonrisas rayo de sol.

—Vamos a desayunar...

Mi corazón da un vuelco, y doy gracias de no haber tomado sangre recientemente, o tendría la cara roja. Finalmente él va por el desayuno, que está perfectamente acomodado como todas las mañanas.

Pero esta vez, en vez de comer en nuestros escritorios o en la cama, Simon acomoda unos cojines en el piso, para sentarnos los dos. Y por primera vez, comemos juntos.

Simon Snow ¿Qué estás haciéndole a mi pobre alma?
........................................................................

¡Hola!

Antes que nada, una disculpa por tardarnos tanto en actualizar. Yo estuve algo ocupada con un proyecto final.

¿Qué tal su encierro?

Es una situación muy complicada para todos. Y es normal si les esta efectando; tranquil@s, pronto acabará.

Ciao!

Odio y amor en los tiempos del Coronavirus Kde žijí příběhy. Začni objevovat