🌼《•Cap:33•》amor puro...🌼

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sintió su corazón detenerse un milisegundo ante el escaso pensamiento de que su escondite había sido revelado y encontrado especificamente por el mayor.

- ¡¿Por qué?! -Gritó ahora el que se encontraba en el cubículo de al lado. Aquella dulce voz ahora parecía una desgastada, triste y adolorida- Todos desaparecen de mi vida, todos deciden irse, todos prefieren dejarme sólo hundiendome en mi propia miseria. -Murmuró completamente entristecido. Su voz se entrecortaba y un desgarrador llanto llegó hasta los oídos del castañito.

Minho se sentía la peor miseria del mundo, pensaba que todo era su culpa, que la frívola manera en la que sus padres le trataban se debía a que no era el hijo que ellos deseaban, que todos sus amigos terminaban alejándose de su lado por ser tan cerrado y tan aburrido.
Claro, aquella frase siempre divagaba por su mente en momentos como éstos, "vivir es difícil, morir es fácil".
Quizás esa frase tenía una pizca de razón, Minho se entristecía constantemente al no ser un joven como los demás, se lamentaba al no poder disfrutar su juventud, se lamentaba al pensar de manera exagerada cosas que quizás no lo valían. Minho se lamentaba de un sin fin de cosas que cometía. Aún así, no tenía el suficiente coraje como para acabar con su vida.

Al parecer Jisung se había escondido muy bien ya que Minho pensaba que estaba solo en el oscuro baño.

El menor apretó su labios con desesperación, quería ir y preguntarle al otro joven si se encontraba bien, si estaba lastimado, si podía ayudarlo en algo, pero quedaría como un chismoso que escucha las conversaciones ajenas.

Decidió pararse en la tapa del inodoro, como pudo miro por encima del pedazo de madera que separaba los dos cubículos.

Era un chico de cabellera color anaranjado desgastado, comenzaban a notarse sus raíces y un color amarillento amenazaba por descender por la longitud de su melena. Aún así le quedaba muy lindo.
Eso pensaba el castaño sin nisiquiera poder ver la cara del mayor.

El pelinaranja estaba muy sumergido en sus problemas como para darse cuenta de que un desconocido lo estaba mirando desde el otro cubículo, parado en el inodoro.

- Si tan sólo hiciera las cosas bien, si tan sólo algún día alguien se quedara a mi lado por siempre -Volvió a murmurar.

Parecía que había entrado en calma, al menos eso pensó Jisung antes de que Minho suelte el segundo golpe en seco a la puerta garabateada, vieja y llena de gérmenes perteneciente al cubículo en donde se encontraba encerrado.

El mayor había comenzado a temblar, de un momento a otro pareció perder el control de él mismo y comenzó a dejar golpes en su cuerpo.

Soltaba un par de quejidos y repetía "¿Por qué?" mientras se lastimaba a él mismo.

El menor quería correr a ayudarlo, los nudillos del mayor habían comenzado a sangrar y Jisung sentía impotencia por ser tan cobarde y no poder ir a consolarlo.

Astuto| HanKnowWhere stories live. Discover now