Capítulo extra

5.1K 675 200
                                    



Cada tanto, durante esos primeros días plenos de emoción después del nacimiento de mi primer cachorro, me encontraba absorto, observándolo como en una especie de trance, maravillado ante cada pequeña cosa que hacía.

En realidad, pasó bastante tiempo hasta que hizo algo realmente llamativo, pero de alguna manera, para mí todo era maravilloso, el perfume de su cabello, sus manos pequeñitas (con uñas sorprendentemente filosas), su respiración, los sonidos suaves que hacía al despertar y su aspecto totalmente en paz cuando dormía.

Después de algunos días de absorta contemplación, la realidad me sacudió: ser papá implicaba mucho más que simplemente mirar a mi pequeña Meimei.

Si realmente quería que tuviéramos el tipo de vínculo que anhelaba, iba a tener que participar y ensuciarme las manos (literalmente, por supuesto, para esa altura, ya había cambiado una gran cantidad de pañales).

Mi problema era que, al nunca haber pasado mucho tiempo con bebés, al ser yo el único cachorro de la familia Wang, no tenía idea de lo que debía hacer.

No soy el tipo de alfa que pide ayuda (lo sé, un mal defecto, pero me negaba que alguien cuidara de Mei Ling aparte de mi gege), había una sola manera de aprender lo que necesitaba saber. Entonces cerré mis ojos, respiré hondo y puse manos a la obra.

En esas primeras semanas de su vida, cometí decenas de errores, ninguno de los cuales puso en riesgo su salud o su vida, confieso felizmente. Descubrí, por suerte, algunas formas sencillas de interactuar con mi bebé que realmente parecía disfrutar.

Pero alguna de estas decisiones se vieron afectadas por mi trabajo en Wang Corporations.
Aún no quería tomar la presidencia y mi padre lo aceptaba al verme tan involucrado en la vida familiar.

Necesitaba sentirme el alfa protector, el que aportaba cuidados y sostenía el hogar.
Ahora no podía darme el lujo de trabajar unos cuantos días a la semana en el taller, aunque debo afirmar que ese trabajo fue un simple acto de rebeldía contra mi padre.

Xiao Zhan, el pequeño A-Yuan, A-Ling y Meimei, dependían pura y exclusivamente de mí.
Aunque Wang Darren seguía siendo la principal figura paterna para ambos cachorros, yo los sentía como si fueran míos.

Mis padres se encargaban de mimar a mis tres cachorros por igual, llenándolos de amor y regalos, eran los consentidos de mi Nana, como alguna vez lo había sido yo.

Mi hermoso omega destinado se sintió molesto muchas veces por algunas de mis actitudes, pero no había manera que su mal humor durara después de envolverlo entre mis brazos y llenarlo de miles de besos.

Esa hermosa sonrisa que posee adornando su rostro y que alumbra cada una de mis mañanas.
Estoy eternamente agradecido a todos los dioses por permitirme tenerlo a mi lado, cada día de mi vida luego de aquél tormentoso momento en dónde casi pierdo a mis grandes tesoros, sino fuera también por la ayuda de Liu Haikuan y su equipo médico.

Ha pasado un año de aquél día que siempre tengo presente en mi memoria, tratando de recordar sólo los buenos momentos.

Volviendo al tema anterior, dónde soy regañado injustamente por mi gege al hacer dormir todas las noches sobre mi pecho a mi pequeña Meimei, habiendo gastado miles de yuanes por un cuarto que no utiliza.

Si decido dejarte [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora