Capítulo 3: Trabajando a Distancia.

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Tras una larga búsqueda, lograría hallar el número telefónico de la señora Loomis. Este le contaría a la mujer como su hijo fue asesinado por su novia, Sidney Prescott.

Con solo escuchar eso, la mujer rompería en llanto al otro lado de la línea, y empezaría a echarse la culpa por todo; por haber abandonado a su hijo.

Roman le empezó a contar que sabía lo que la familia Presscott le había hecho a la familia Loomis, y comenzó a hablarle de como trataban a la chica Sidney de heroína siendo que era una de las culpables de todo el mal que le ocasionó a la familia de su novio; todo empezando por su madre, Maureen.

La Sra. Loomis le dió la razón y empezó a maldecir a Sidney y a su familia entera, pero las lágrimas y básicamente todo lo que sentía no la dejaban hablar más, por lo que se despidió y le agradeció a ese joven por llamarla y darle la noticia.

Pero antes de ella colgar, Roman le dijo que recuerde que solo él y ella sabían la verdad y quiénes eran los verdaderos culpables de lo de Woodsboro.

El hombre le dejó su número a la señora y le dijo que si en algún momento quería hacer verdadera justicia que lo llamara a él. La Sra. Loomis se quedó por unos segundos en silencio, y seguido de un "está bien" colgó.

Un año después:

Roman llegó devuelta a su casa cansado tras trabajar todo el día en un cortometraje. Cuando sin percatar le empezó a sonar el teléfono; él atendió y una voz ya conocida le habló, era la Sra. Loomis diciéndole que tras su noticia el año pasado ella había cambiado muchas cosas en su vida.

Lo primero que hizo fue ejercitarse para bajar su peso y estar en forma. Luego cambiar su identidad a Debbie Salt con tal de "empezar una nueva vida", pero ella en verdad tenía un objetivo claro: venganza.

Al oír esas palabras, a Roman se le dibujó una malévola sonrisa en el rostro.

Pasó un poco menos de un año, y siguieron estos dos poniendo de su parte a lo lejos y poco a poco.

Roman le contó que no podría ir a ayudarla personalmente con este plan, debido a que se encontraba ocupado en su carrera de cine, pero enseguida le dió instrucciones a Debbie para ejecutar un plan alternativo. Este le comenzó a hablar sobre una página web de chat de criminales, y le diría que seleccionara el que le pareciera a Debbie perfecto para ella, como su ubicación, comportamiento, apariencias y más.

Debbie aceptó y luego le comentó que había estado observando a Sidney, y sabía que en un tiempo se iría a estudiar en la Universidad de Windsor.

Una semana después:

Debbie llamó a Roman y le informó que logró conseguir a alguien perfecto para el plan: un joven llamado Mickey Altieri. Un peligroso criminal que ha estado moviéndose por muchos lados, cuya actitud podría engañar a cualquiera, y es un gran fan de las películas de terror, terminó agregando Debbie. Le dijo que incluso ya pagó su carrera universitaria para estar más cerca de Sidney y su grupito.

En cuanto oyó todo eso de parte de su nueva compañera de crimen, Roman se puso feliz y empezó a pensar que tal vez esta persona si lograra lo que Billy y Stu no lograron

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En cuanto oyó todo eso de parte de su nueva compañera de crimen, Roman se puso feliz y empezó a pensar que tal vez esta persona si lograra lo que Billy y Stu no lograron.

Luego le propuso a Debbie que buscaran víctimas con nombres algo específicos antes de ir a por Sidney. Esto serviría para que ellos descifraran un mensaje. Idea que a la mujer le fascinó, jugar con las víctimas para después sorprenderlas.

A esto, Roman también le propuso hacer grabaciones, ya que le encantaría ver a modo de película lo que pasó. Por lo que él le pagaría a un sujeto de suma confianza para que viaje hasta Debbie y Mickey y les diera un maletín que contendrían algunas armas, cámaras, instrucciones y unos trajes que les serviría para el trabajo sucio.

Un mes después:

Roman llamó a Debbie, y ella le comentó que todo iba perfecto y que ya logró silenciar al nerd de Randy, ya que ese infeliz le faltó el respeto a su difunto hijo. Y ahora esperarían a la noche para terminar todo.

Roman le preguntó que cómo le había ido a ambos con esas instrucciones de cine que le dió.

Ella contestó que excelente, y que ya habían logrado grabar cosas muy interesantes.

Roman le dijo que se moría de ganas de ver esas cintas, mientras se reía el muy desgraciado. A lo que Debbie agregó que el detalle de hacer una película con las víctimas le ha fascinado a su compañero Mickey.

Roman le preguntó que tal era trabajar con Mickey.

La mujer respondió que el sujeto superó por completo sus expectativas. Lo que logró hacer con esos negros en el cine y a esa niñita de Cici le fascinó.

A eso agregó que su compañero no solo era alguien que trabajaba para ellos con tal de nada más cumplir, pues él también tenía motivos, y planeaba hacer algo al final de todo con respecto a la violencia y el cine; pero ella no le entendió bien ese ...

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A eso agregó que su compañero no solo era alguien que trabajaba para ellos con tal de nada más cumplir, pues él también tenía motivos, y planeaba hacer algo al final de todo con respecto a la violencia y el cine; pero ella no le entendió bien ese punto, y ni siquiera el mismo Roman al escucharlo.

Luego, Roman le pidió que de preferencia que no lo mencionaran en nada de esto, ni siquiera antes de acabar con alguien. Ya que él quiere mantenerse al margen y no quedar como un sospechoso más.

Tras eso, les deseó que todo saliera a la perfección, que confiaba en ellos como nunca confió en alguien más. Luego colgó la llamada.

 Luego colgó la llamada

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Al día siguiente:

Roman se encontraba en un estudio ayudando a filmar a un compañero una película. Él estuvo pensando desde la noche anterior en cómo les fue a Mickey y a Debbie contra Sidney.

En un descanso, su compañero de cine decidió encender la televisión y ver qué ha pasado en el mundo. Entonces salió la noticia de la Universidad Windsor.

Al apenas oír Windsor, Roman volteó rápidamente con los ojos casi por salírseles. Pero alta decepción se llevaría al ver que los dos asesinos que contrató fueron asesinados por Sidney, Gale y Cotton, llevándose este último el crédito de ser el héroe de Windsor.

Mientras veía eso, empezó a apretar con fuerza un lápiz que sujetaba hasta romperlo.

Su compañero de filmación le preguntó si estaba bien. Roman le respondió que estaba perfecto, con una cara muy seria; mientras pensaba que si en verdad quería que algo saliera bien, tendría que hacerlo él mismo.

Roman Bridger: El Verdadero Villano de la Trilogía de ScreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora