El chico asintió por fin, haciéndole entender a YeonJun que por lo menos lo escuchaba.

—Deberías probártelo, parece de tu talla —miró con detenimiento el cuerpo menudo del menor, a él le quedaría bien, contrario a si mismo, que tenía unos hombros anchos que no quedarían bien con esa ropa según su propio criterio.

El menor negó con la cabeza sin mirarlo, sus manitos jugando entre ellas. A YeonJun le causaba mucha ternura, sentía su corazón derretirse ante la imágen.

—¿No te gusta?

—Me gusta —recibió finalmente, una suave y baja voz.

—Pruebátela —se la extendió, con cierto temor a asustarlo.

—No creo poder pagar éso ahora —mencionó, con la cabeza gacha.

YeonJun observó su bonito cabello oscuro con varias preguntas en su mente, como ¿qué haría en ese lugar si no planeaba comprar?, ¿esperaría a alguien?, ¿venía con su mamá? El mayor no quiso preguntar, después de todo creyó haber entendido que el pequeño lo espiaba desde su muy mal escondite. A Choi le pareció algo tierno.

—Hagamos algo, ¿por qué no te lo pruebas y si me gusta como se te ve, te lo compro? —colocó la prenda en las manos del niño, quien alzó la vista con ojos grandes.

—No es necesario, tengo dinero, sólo que no traigo ahora —a cada palabra su voz disminuía en volumen.

—Por éso déjame comprarlo, pero primero debes probártelo —sonrió. Bien, finalmente pasó por su cabeza que si fuera mucho mayor, éso se vería como acoso a un menor. Éso hizo que parara un poco su insistencia, sólo un poco.

—Mi mamá dice que no acepte cosas de... Extraños.

Aun así, el niño no se movía, ni soltaba la prenda. YeonJun se preguntó si lo estaba intimidando hasta ese punto.

—Tu mamá tiene razón, por lo que voy a presentarme; soy YeonJun, ¿y tú?

El menor no respondió por varios segundos, haciendo a YeonJun sentirse cada vez peor. Prácticamente estaba acosando a un niño, y aunque tampoco luciera de 8 años, estaba claro que seguía siendo un niño. En especial por su anterior comentario, ni siquiera su primo Kai de 14 años decía ese tipo de cosas, decía que era muy grande. Pero aquí entre nos, aún tomaba jugo de uva en vaso entrenador mientras veía maratones de Disney acompañado de sus peluches.

—BeomGyu —finalmente escuchó una respuesta.

—BeomGyu, —probó, sintiendo el nuevo nombre ser pronunciado por su lengua — ¿te parece bien mi trato?

Ese día recibió un rotundo no, y como respuesta a su pregunta del por qué, un niño huyendo de él, uno que incluso dejó la prenda tirada. Y YeonJun no lo culpaba en absoluto.

Sin embargo, Choi YeonJun era una persona terca y soñadora. Así que, con la idea de encontrarse al menor de nuevo, tomó la bonita prenda del suelo, llevándola consigo.

—Te he dicho que el rosa no te queda —Kai finalmente lo miraba — ¿Dónde estabas?, por cierto.

—No es para mí, y —miró hacia atrás como si eso hiciera que el niño reapareciera ahí — buscaba en la sección femenina.

—No me sorprende, ¿ya es todo? —preguntó con una ceja alzada, los padres de YeonJun no le ponían límite a las tarjetas de crédito, perfectamente podría llevarse una tienda entera.

—Por hoy, sí —asintió con una sonrisa.

Ambos tomaron sus cosas y pagaron, saliendo pronto del lugar para moverse hacia una de las secciones favoritas de su primo, malteadas.

Pero mientras ambos se sentaron a beberlas, algo llamó la atención de Choi, y sus ojos identificaron pronto a la pequeña y tierna razón, quien tomaba de la mano a una mujer mayor que parecía ser su madre. YeonJun observó con curiosidad.

—¿Por qué ves a la señora Choi? —la voz de Kai lo distrajo.

—¿Qué?

—No tu mamá, otra señora Choi —aclaró, tomando de su popote mientras el mayor sólo hacía un gesto de confusión —. Va con nuestros padres al mismo club de tenis.

Y YeonJun sonrió, dirigiendo nuevamente su vista hacia todas las personas que caminaban por ahí, aunque el ahora conocido BeomGyu ya no estuviera. Éso explicaría el estilo pulcro en su ropa en el momento en que lo vió de la mano de la mujer, y las marcas costosas que vestía.

—¿Esa señora Choi, la doctora?

—Ajá. A Lea le agrada porque una vez le dió una chupeta, vamos, ni siquiera es pediatra o algo. Es extraña.

—Sólo estás molesto porque no te dió una paleta a tí.

—Dijo que se le habían acabado pero no le creo —sus ojos se entrecerraron con dramatismo, haciendo reír al mayor.

Entonces, Choi YeonJun tenía una clara oportunidad de volver a ver a BeomGyu, justo como quería.

Lo que él no sabía, es que BeomGyu quería exactamente lo mismo. Pero mientras tanto, sólo se conformaría con mirar al mayor cada vez que lo encontrara en las tiendas de ropa, susurrando un "luces bonito" cada vez que YeonJun le preguntaba a sus acompañantes carentes de estilo.

BeomGyu admiraba en secreto a YeonJun. Y YeonJun admiró a BeomGyu desde el primer momento en que lo vió.

Así iniciaba su historia juntos.

¡Luces bonito! [ YeonGyu ]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon