12 princesas bailarinas {zodiaco}

7

¡Splash!

El agua del pequeño lago había salpicado por los alrededores después de que los cuerpos de las 12 chicas hubiesen entrado en contacto con el agua.

Los príncipes se quedaron al borde del lago, mirando la reacción de las recién aventadas.

Del agua provenían un puñado de risas y carcajadas por parte de las princesas, pero no pasó mucho tiempo en que se dieran cuenta que el cuerpo de agua en realidad era bastante profundo, y que a una poca distancia de donde se encontraban las demás riendo, había alguien que pedía ayuda.

–¡Dios mío! ¡Es Gemma!– Pi pegó un grito cargado de preocupación y todos se fijaron en el cuerpo que luchaba por salir a la superficie.

El aire se tornó pesado y los presentes se tardaron unos cuantos segundos en reaccionar. Leo, quien había sido el encargado de tirar a la chica al agua, se apresuró a entrar al lago y nadar hacia donde se encontraba Gemma.

El chico utilizó todas las fuerzas guardadas en su cuerpo para poder llegar hasta ella, y cuando por fin lo hizo, la tomó entre sus brazos y con ayuda de las hermanas de la rescatada, quienes ya se habían apurado para acercarse a ellos, la lograron llevar hasta tierra firme.

Los jóvenes que se hallaban a la orilla del lago se dispersaron para hacer un lugar y poder recostar ahí a Gemma.

Leo la dejó en el pasto y se arrodilló junto de ella para poder presionar su pecho e intentar retirar todo el líquido que se había infiltrado en su cuerpo.

–¿Está viva?–Acua se encontraba al borde de las lágrimas.

–¡No!– gritó el chico mientras seguía presionando el pecho de la pelirroja.

El pánico estaba a punto de reventar en la isla, pero ,justo en ese momento, un chorro de agua salió disparado de la boca de Gemma y la chica se incorporó torpemente.

–Era broma– se rió Leo al mismo tiempo que se levantaba del césped y limpiaba sus manos en su pantalón.

–¿Cómo se te ocurre jugar con algo así?–Aria se acercó a él y lo señaló con el dedo.

–Tranquila, era una broma– el chico alzó las manos en forma de defensa.

–Gemma, ¿estás bien?– Capri interrumpió el pequeño diálogo que se había creado y se acercó a su hermana para asegurarse que esta se encontrara bien.

–Sólo fue un poco de agua– la chica ya se había logrado sentar y estaba luchando por recuperar el aliento.

–Sí, agua que pudo haber inundado tus pulmones y provocar tu inminente muerte–Scor estaba parada detrás de Gemma, escurriéndose su empapado cabello. Se formó un pequeño silencio incómodo después del comentario de la chica.

–Como sea– rompió el silencio Leo–, Gemma, te quería pedir una disculpa. No tenía la intención de hacerte daño y...

–Leo, no te preocupes, no tenías forma de saber que no sé nadar– lo interrumpió la joven princesa–. Ahora, ¿alguien me podría ayudar a levantarme, por favor?– tiró la mano al aire, a la espera de que alguien la tomase.

Sagitario, el cual se encontraba a un lado de ella, la ayudó a ponerse de pie y la guió hacia una de las bancas, junto al pabellón.

Leo, Géminis, Acuario y Scor los siguieron por detrás, hasta llegar a la bancas, en donde todos tomaron un asiento.

–Creo que todos quedamos muy tensos después del incidente, ¿por qué no vamos al pabellón a bailar?– Can se puso de espaldas al grupo que recién se había marchado y miró a quienes todavía seguían junto al lago.