Capítulo 9: Un mínimo conflicto.

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Cuando Sherlock hubo terminado su profundo análisis a aquellos cadáveres, los 3 salieron del hospital con una posible pista a seguir.
Despediste a Molly, no sin dejar de pensar en cómo habían surgido esas palabras de su boca, y se encaminaron a tomar un taxi.

Sherlock siempre iba un paso adelante y parecía dejarlos atrás.
John seguía muy callado, aguardando tu paso pero sin mencionar algo para entablar conversación.

«Parece triste cuando sabe que no lo estás mirando» Recordaste

Espiaste por el rabillo del ojo, mirando al doctor. ¿Sería verdad?
No querías confiar en las especulaciones de Molly, pero sabías que al menos no estabas imaginando del todo que algo verdaderamente ocurría.

Llegaron a la esquina y Sherlock hizo una señal a un vehículo.
Un taxi se detuvo casi de inmediato y abrió la puerta para dejarlos entrar.

—No, no— Dijo Sherlock subiendo en primer lugar, pero deteniéndolos en la puerta del auto— Ustedes no. Éste es mío, haré una parada antes. Los veré en el museo.

—¿Es en serio?— Preguntaste con una risa desesperada, pero antes de que pudieras seguir, Holmes ya se había marchado, dejándolos solos en aquella esquina.

—Así es siempre.— Dijo John, aclarandose la garganta y posando una mano amiga sobre tu hombro— No importa, tomamos el que viene.

Entonces detuvieron otro taxi y ambos lograron seguir casi inmediatamente el paso de Holmes.

Ambos estaban muy cerca del otro en ese vehículo, sobre todo porque era más pequeño de lo habitual.
Podías ver por los cristales cómo se movía la gran manzana de Londres mientras atravesaban cada calle y multitud.

—Entonces...—Dijo John, que a penas había comenzado a hablar desde el hospital— ¿Que te parece su método?

Volviste la mirada hacía él. Parecía más tranquilo que en la sala de la morgue.

—Bueno, ya sabes...—dijiste, acomodandote en el asiento— Creo que tenías razón. No es tan malo cuando lo conoces. Es muy impresionante, entiendo por qué son amigos.

—¿En serio?— Te preguntó con esa media sonrisa que suele tener.—¿No te sentiste algo... Incómoda?

—No creo que la comodidad sea algo que conlleve a Sherlock Holmes— Le dijiste encogiendote de hombros.

John desvío la mirada al frente acompañando está acción de un leve suspiro. Estaba con las manos entrelazadas en su regazo y ligeramente inclinado al borde del asiento.
Se notaba dubitativo; se aclaraba la garganta constantemente y se rozaba los dedos pulgares entre si.

—¿John?— decidiste preguntar, buscando su rostro para mirarlo.

—¿Hmm?— pregunto él.

—¿Estás bien?

—Ahhh, si... No es nada, solo el trabajo— dijo, estirandose levemente como para demostrar su argumento— A veces siento que me he acostumbrado mucho a la vida tranquila...

—No, no lo creo— Le dijiste un poco más seria— No viviendo con Holmes.

—¿Que quieres decir?

—Solo digo que...bueno, se que no me conoces muy bien— dijiste meneando la cabeza— Pero si algo sucede, sabes que puedes decirme ¿Verdad? Ambos pueden contar conmigo. Se que no puedo hacer mucho, pero lo que pueda, lo haré.

Pusiste una mano sobre la suya.
Sorpresivamente, ésta vez John Watson no pareció conmovido o amable, ahora tenía el semblante firme de un soldado.
No te apartó, pero desvío la mirada mientras se mordía el labio.

Caso sin resolver (John Watson x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora