Esperanza

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- listo - dejó la manga pastelera con mezcla color azul a un lado, orgulloso de su trabajo vio todos los pastelillos que hizo, miro un pequeño reloj en forma de oso dentro de la cocina y eran las siete de la noche, ese espacio en soledad le había hecho volar su imaginación, guardo los postres y alisto todo para salir de su trabajo. No sin antes llevar una caja de donas con él

 - hola señora Leia - saludo en la puerta de la mansión a la mujer quien iba saliendo camino a su jardín delantero para regar las flores.

- hola cielo, qué tal tu día -

- genial, miré alfa Leía para que comparta con el alfa y con su hijo - sonrió

- gracias, mi cielo - la mujer con emoción recibió la caja rosa y amarilla

- ¿le puedo pedir un favor? -

- sí, dime -

- ¿alguno de sus soldados me puede enseñar defensa? -

- le diré a Roger para que se encargue de eso, ¿vas conmigo? -

- No, tengo que comprar comida a las mascotas -

- ve con cuidado -

- igual usted alfa -

Harry ayudaba en unos papeles a su padre y trataban temas como la compañía y otras trivialidades, trabajar desde lejos en la empresa le gustaba un poco mas, ya que estaba al lado de su familia y al tanto de la empresa y la manada.

- ¿hablaste con Liam? -

negó con la cabeza - hablé con mi madre y me pidió que le diera espacio, probablemente para mañana él ya esté más calmado -

- tiene razón, pobre chico casi le da algo -

- buenas - escucharon desde la puerta de entrada

- hola ma/amor - se levantaron de sus asientos rápidamente

- miren - señaló la caja de donas - Liam me las dió, - canturreo - ya les traigo a la oficina - Marcus fue se quedo en el lugar ya mencionado mientras que Aaron salió con su madre persiguiéndola cual cachorro a su amo

- ¿y eso por qué fue? - aunque era su madre, Aaron no podía evitar que la envidia se le notara

- bueno pues obvio porque me quiere mucho - como su madre, lo conocía perfectamente

- pero no sé vale, es mi pareja -

- sí, ¿Y qué? ¿los celos te matan aun si Liam me quiere más a mi? - Aaron enrojeció

- n..no son celos -

- nah, que va -

- n..noo - chillo el alfa

Leia carcajeo - "se nota que no" - hablo con sarcasmo - toma llévale a tu papá -

- ¿Quién hizo las donas? -

- ¿quien? -

- sí, pudo haber sido él o un compañero de trabajo -

- llévale a tu padre y ven de nuevo por el tuyo - él obedecido e hizo el favor, no quiso tardar mucho y regreso corriendo

- listo aquí estoy -

- las donas las hizo él, trabaja solo por lo tanto todos los postres que traigo son hechos por él - Aaron tomó su café junto a su madre, se quedo viendo la caja un momento, finalmente tomo el que le parecía mas bonito, al probarlo sintió como si lo hicieran ver estrellas, le encantaba el relleno de frutos secos

- ...mmm...delicioso -

- que esperabas de tu pareja -

El día pasó lento para todos sobre todo para Aaron, sus ganas de ver al menor y disculparse le hacían sentir que faltaba una eternidad para tenerlo cerca, Liam en su casa jugaba con sus pequeñas "hijas" como le llamaba a sus ratas. Al anochecer todos en el pueblo descansaban, Aaron  en bóxer se asomó por su balcón, veía la pequeña casa a lo lejos quería saber más del pequeño, SU pequeño tesoro.

+ Ese pastelillo estuvo delicioso

± sí - carcajeo - ¿te imaginas todo lo que cocinaremos cuando vivamos juntos, todos los sabores que nunca hemos probado o aquellos que nos parecían feos probarlos de esas manos angelicales?

+ Ni lo menciones

± creo que lo mimaremos mucho

+ lo mejor es ir mañana a la cafetería al lado de la guardería y citarlo ahí

± creo que él trabaja ahí, su olor estaba por esa calle, pero mientras tú dormías vi el letrero de la cafetería era el mismo de la caja de donas

+ Que bien, será más fácil ¿Cómo de grande será su lobo?

± probablemente sea una cosita pequeña y tierna

+ Si es así, lo cuidare mucho mas, es nuestro bebé - Aaron sonrió 

paso diez minutos mas mirando esa pequeña casa, no tenia ni idea que el lugar que le atraía la mirada durante la noche fuera el mismo donde el omega dormía