ser rechazado no es fácil, esta es la historia de Liam un chico quien no es aceptado desde su nacimiento por su progenitora, ella lo maltrataba de manera física y mental, haciendo que pasara por situaciones difíciles, sin embargo todo acaba cuando g...
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había pasado una semana desde que Liam había decidido perdonar al mayor, claro esta que nada iba a ser fácil menos para el alfa desde lo ocurrido, eran las tres de madrugada sus instintos protectores y sexuales salían a flote durante la noche, su castigo constaba de estar cerca de su pareja, dormir con él pero sin tocarlo, Liam aun estaba un poco resentido en consecuencia no permitía que el mayor pe pusiera una mano en sima, sin embargo esa noche la tentación era altísima y Aaron decidió romper la regla cayendo como ratón a la trampa
- ...bebé... - susurró después de hacer un gruñido gutural, se acercó al pequeño, lo tomo por la cintura, sus curvas se delinean perfectamente al tacto cosa que encantaba al alfa, Liam sintiendo el calor del alfa se acercó inconscientemente en medio de la fría noche, Aaron acariciaba, tocaba y besaba, adoraba el cuerpo de su pareja pero sobre todo el trasero, no era exageradamente grande pero tampoco como una "tabla", tenia la curva perfecta.
beso la cabellera castaña, sin resistirse al olor de su pareja dio otro beso en su cuello y otro más en su hombro, su olor era exquisito, fuerte y embriagante.
- Aaron, ¿Qué haces? - preguntó entre dormido
- Besarte - mimaba el mayor, el pene del mayor estaba erecto para ese momento - te quiero - susurro con su voz gruesa y perezosa
-si, bueno yo también - ignoro volviendo a su postura primaria para dormir de nuevo
- Quiero estar dentro tuyo - chilló
- No..., tenemos que... - gimió por las caricias del mayor en zonas erógenas de su cuerpo. cada caricia era con la fuerza y delicadeza perfecta
- Yo hago lo que tengas que hacer - mordió su hombro suavemente dejando un beso
- Jeje ¿y tú desayuno? -
- Algo haré - tomó la mano de Liam - aprendí a hacer varios durante estos días - sonrió orgulloso
Mira cómo... cómo me tienes - puso la mano del pequeño en su entrepierna, la vergüenza no existía entre los dos
- Es enorme - halago entre risillas
- ¿Te parece? - asintió con la carita más inocente que pudo para provocar al mayor
- tu celo, Aaron - poco a poco el mayor se fue acomodando entre sus piernas.
- Ayúdame, mi vida - beso su cuello
- con el celo vas a ser muy brusco, déjame ir y traer los anticonceptivos -
- Por favor, - beso la boca del menor - no quiero usarlos -
- mi amor... - acarició su mejilla sonriente
- Además es tu culpa, por oler tan malditamente bien - beso la clavícula del menor, este sonrió
Después de besos por aquí y por allá, regresó a la boca del menor y sin resistirse más correspondió - mmm - salió de su boca luego de un gemido al sentir la mano del mayor en su trasero bajo su sus interiores.
