Observo con detenimiento mi alrededor. Hay un par de cuadros abstractos colgados junto a una repisa dónde descansan unas cuántas fotos de Melania, Tom y lo que supongo que serán sus amigos y familiares.

Entonces, una foto en concreto llama mi atención.

Es un descampado con vistas al mar. El atardecer tiñe el cielo de naranja. Hay un grupo de siete, sonriendo y haciendo carantoñas a la cámara.

El pelo rubio de Melania contrasta con el cabello azabache de su novio Tom. Edgar y Jaime salen en el lado contrario a la parejita enseñando las lenguas y haciendo el corte de manga.

En el centro de esta hay tres personas más, la primera que reconozco es a mi ex Liam rodeándome la cintura mientras que yo sonrío de la forma más amplia que puedo.

La última persona que reconozco es quién está sosteniendo el móvil con el que nos sacamos el selfie. Su pelo rojizo sangre junto con su mirada azulada resaltan sobre su tez ambarina. Sonríe con la boca cerrada.

El corazón me da un vuelco, ahí está Marine, cuatro años atrás.

Sin preocupaciones, sin disparos, sin muerte. Sin ser un fantasma, sin ser víctima del recuerdo y la memoria.

—Esa tarde fue de las mejores que tuvimos ese verano.

Me giro en dirección a Melania. Me ofrece el vaso de agua y yo lo acepto. Bebo intentando disminuir el nudo que ha comenzado a formarse en mi garganta.

—Fue un gran verano. Fue nuestro último verano todos juntos.

Melania acorta la distancia entre nosotras y me rodea de los hombros.

—Fue duro para todos, pero tú te llevaste la peor parte, cariño. Lo siento mucho.

—No lo sientas. Fue culpa mía, por pensar que con quince años podía hacer las cosas que hacía sin consecuencias graves.

—Lo que le pasó a Marine nunca debió pasar. No te atormentes con ello.

—Es más fácil decirlo que hacerlo —confieso antes de tragar agua de nuevo.

El silencio se asienta en nosotras por varios minutos mientras que ambas observamos aquel selfie.

Ese que parece que fue tomado muchos años atrás y que a la vez parece que fue ayer cuando decidimos adentrarnos en aquella zona donde bajando una pequeña colina desembocabas en la playa.

—¿Lista para esta noche?

—No tengo otra opción, ¿verdad? —pregunto medio bromeando, medio en serio.

—Esa es la actitud, chica.

Melania deja el vaso en una mesilla de madera que hay haciendo esquina. La imito. Entrelaza su mano se con la mía y nos perdemos en la oscuridad del estrecho pasillo.

* * *

—¿Cómo quieres ir?

—Cuánto menos se me reconozca mejor...

—Hecho.

Estoy sentada en el filo de la cama de matrimonio del que supongo que es el cuarto de Tom y Melania.

Tiene las puertas del armario abiertas de par en par y puedo ver los distintos vestidos que cuelgan de las perchas.

—¿Color?

—¿Eh?

—¿Qué color de vestido quieres? —pregunta tras poner los ojos en blanco. Me río por su reacción y ella se suma a ella—. Lo de desastre nunca cambia con el tiempo...

—Siento decir que no —digo, siguiendo con la broma—. ¿Negro?

—Porque será que ya lo suponía.

—Entonces, ¿para qué preguntas?

—Entretenimiento, supongo —le enseño el dedo corazón en contestación.

Deja caer a mi lado un vestido negro muy escotado y entallado en la zona de la cintura. Lo levanto de la cama y observo su largura, me quedará por encima de la mitad de los muslos —o incluso más corto—.

No es para nada el estilo que suelo llevar y creo que es por eso que acabo decantándome por él. Melania, sin embargo, lleva un mono blanco con escote en palabra de honor, aunque un ligero escote en la espalda deja al descubierto su tatuaje.

—Nunca te he preguntado qué significa.

—Te dije que la muerte de Marine nos afectó a todos. Yo lo expresé en forma de tinta en mi piel. —La voz le tiembla al nombrar a mi mejor amiga.

Ambas nos miramos.

Acortamos la distancia que había entre nosotras. Ella se aleja del armario mientras que yo me levanto de la cama para acabar abrazándonos. Su aroma a cereza sigue estando impregnado en su melena platina. Noto como intenta peinar mi pelo con los dedos. Como en los viejos tiempo.

—¿Qué hacemos con tus ricitos?

—Hazlos desaparecer —respondo. Ella parpadea un par de veces antes de sonreírme con picardía—. ¿Sigues teniendo lentillas de colores?

—Alguna tendré, ¿por qué?

—Te dije que no quería que me reconociesen. Eso vamos a hacer.

N/A: EMPIEZA LO BUENO AAAAAAA.

➡️ ¿Qué tal os está pareciendo la relación de Melana y Ag?

➡️ ¿Qué pensáis que pasará en el próximo capítulo?

➡️ O, mejor aún, ¿qué queréis que pase?

➡️ O, mejor aún, ¿qué queréis que pase?

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