07

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*Un día y unas cuantas horas antes.*

Corrieron con todas sus fuerzas hacia al bosque tratando de perderse de las criaturas que los seguían.

La menor se había llevado varias ramas por delante haciéndose varios rasguños, pero el miedo la hacia permanecer sin inmutarse.

El mayor todavía permanecía algo desorientado, pero no lo suficiente como para dejar que los podridos lo alcanzaran. Corría detrás de la chica, de vez en cuando girándose a ver qué tan atrás los habían dejado.

Al percatarse de que los habían perdido entre la maleza exclamó deteniendo a la joven.

—¡Ya! ¡Los perdimos!—dijó echándose en el suelo de golpe.

La muchacha se detuvo y se sentó en el suelo a unos pasos de él, también tratando de recuperar el aliento.

Estaban rodeados de muchos árboles y arbustos. Se habían alejado mucho del puente adentrándose muy lejos en el bosque. No parecía haber humanos por allí, aunque sinceramente ambos preferían estar solos en ese lugar que tener que enfrentarse a cualquier criatura. Fuera lo que fuera.

Yeonjun cerró los ojos por unos segundos para recomponerse. El zumbido en su oído izquierdo no tardó en volver lo que lo llevó a colocar sus dedos en el puente de su nariz para soportar el terrible dolor de cabeza que tenía.

La expresión de dolor en su rostro llevó a su compañera a alarmarse.

—¿Estás bien?—preguntó acercándose un poco al mayor. Este no pareció escucharla, por lo que lo llamó de nuevo—¿Yeonjun?

A este le costó un poco escuchar la pregunta pero se sentó y asintió quitándole importancia. Volvió a llevarse una mano al oído y este, en efecto, seguía sangrando.

—¿Seguro?

El joven no la escuchó.

—¿Ah?

—Que si estás seguro—la chica habló un poco más alto, pero su compañero, de nuevo, no oyó la pregunta—¿Estás escuchándome?

El volvió a asentir haciendo como si nada pero eso no tranquilizó a su compañera.  Victoria acercó sus dedos a la oreja izquierda del peliazul.

—¡Hey! ¿Qué crees que haces?

La joven se había acercado más hacia él súbitamente cosa que descolocó al mayor.

—Cúbrete el otro oído.

—¿Qué?

—¿Puedes dejar de preguntar cada vez que te digo algo? Cúbrete el otro oído—habló más claro y fuerte. El chico entrecerró los ojos y la miró sin entender sus intenciones—Hazlo.

Yeonjun volteó los ojos ante el tono de la muchacha e hizo lo que le pedía.

Victoria chasqueó los dedos junto al oído del chico de Seúl quién no tuvo ningún tipo de reacción al respecto y se destapó el otro aún sin entender que era lo que su compañera hacía.

—¿Oyes?

—¿Oír qué?

—Esto—la menor cubrió la oreja derecha del chico y volvió a chasquear los dedos en la otra—¿Enserio no oyes nada?

𝗔𝗣𝗢𝗖𝗔𝗟𝗜𝗣𝗦𝗜𝗦  | T᙭TWhere stories live. Discover now