Cap N°3: Lo lamento

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(Omnisente)

Por un momento, nadie se movió. Fue una situación muy tensa. Incluso se sintió como si alguien hubiese detenido el tiempo...

Tom. Cuchillo. Sangre.

-Tord... - Musitó el chico, asustado.

Al instante el noruego reaccionó.

Recorrió con la vista toda la habitación hasta encontrar lo que buscaba: un botiquín. También agarró unas toallas que mojó con el agua que salía del caño. Todas sus acciones las percibía en "cámara rápida" por así decirlo, por lo tanto, al sentarse junto a Tom sintió que todo se veía en "cámara lenta", alguien había reducido la velocidad de todo cuando la vista del mayor se posó nuevamente en la herida de su amado.

-S-solo... no te muevas – Misutó levemente para empezar a posar las toallas mojadas en la herida del contrario.

Para Tom las cosas pasaron de una manera borrosa.

Hacía solo unos segundos que había hecho lo que no hizo en las ultimas semanas o meses y de la nada el noruego estaba parado en la puerta de su baño, jadeando, y ahora estaba arrodillado enfrente suyo intentado curarle la herida que el mismo se había provocado.

"Eres una mierda de persona, Thomas Ridgewell" Sonó en su mente.

Cuando se dio cuenta, Tord volvía a formar contacto visual con él, vio sus labios moverse, aunque no reconoció ningún sonido, seguía algo aturdido por la presencia del comunista; sin embargo, a los pocos segundos sintió un ardor en su antebrazo que le hizo chillar un poco.

-L-lo lamento... Tom – Murmuró preocupado el de ojos rubíes al mismo tiempo que retiraba el algodón mojado de alcohol de la herida - ¿D-donde tienes vendas? –

-E-en mi cuarto, y-yo... - No terminó la frase, Tord lo había agarrado cuidadosamente de la cintura para ayudarlo a levantarse, lo dirigía fuera del baño para pasar directamente a su habitación, el menor se sentía como en un trance al estar envuelto en los brazos del contrario.

El de cuernos lo dejó sentado en su cama, mientras habría los cajones de la mesita al lado de esta hasta que encontró lo que buscaba.

Minutos más tarde Tom tenía un vendaje improvisado, sin embargo, bien hecho por parte del noruego en su antebrazo derecho.

Una vez terminado su trabajo, el mayor de sentó al lado del de cuencas. El ambiente se tornó tenso, ninguno de los dos sabía que decir o hacer, hasta que el mayor rompió el silencio con una inocente pero poderosa pregunta.

- ¿Por qué?

El contrario no alzó la mirada, se quedó quieto donde estaba, hasta le daba miedo respirar.

- ¿Por qué lo hiciste? – Preguntó nuevamente, con más dureza en su voz.

-T-tord y-yo...

-Solo dime por qué

-E-en serio l-lo lamento

- ¡¿Por qué te haces daño?!

- ¡LO LAMENTO! – Rompió en llanto el británico. Abrazándose a sí mismo – Lo lamento...

(Tom)

No sabía que hacer, no me pude contener. Solté las lágrimas que todavía me quedaban. Esperaba que Tord me de una cachetada, me grite o algo así; por eso me sobresalte cuando sentí que me empujó haciendo que me quede echado en mi cama. Tord estaba encima de mí, tenía una mirada extraña... un brillo extraño resaltaba sus hermosos ojos rubíes... pero a la vez me inundaba el miedo. Sentía que mis ojos estaban blancos del miedo que paralizaba mi cuerpo...

Antes de que me diera cuenta Tord me estaba besando.

Sus labios, tan húmedos y cálidos, chocaban con los míos...

¿Qué se supone que debo hacer?

Su lengua lamió mis labios en un intento de hacerlas húmedos y fáciles de besar, simplemente no paraba...

Tord Larsson me está besando, como todo un profesional, en mi habitación.

Y le estoy correspondiendo.

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Recién me dí cuenta de lo corto que es este cap.

We, se hizo lo que se pudo :c

Ahora mismo me ataca la soledad y no estoy del mejor humor, pero bueno

Bye

Confía en mi [TordTom] [Eddsworld]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora