19

2K 271 103
                                    

Tocó la puerta de la habitación, sintiendo cómo se desmoronaba por dentro.

No había vuelta atrás.

Bastaron unos segundos, la puerta se abrió dejando ver a Hyunwoo, casi preparado. Al mirarlo, le dedicó una débil sonrisa, en el fondo, llena de dolor, pero nunca de enojo.

Me preguntaba cuánto tiempo más tardarías —Dijo en tono divertido, tratando de disfrazar su tristeza.

Jinyoung empezó a llorar frente a él.

—Lo siento, lo siento, lo siento... —Repetía, Hyunwoo suspiró y lo atrajo hacia él, abrazándolo fuerte mientras Jinyoung escondía su rostro en su pecho.

Él lo había entendido todo con solo mirar los ojos de Jinyoung.

Este sentía como si no pudiera respirar correctamente.

—Shh... —Acarició su cabello—Está bien...Está bien... Estaré bien.

Simplemente se quedaron un largo tiempo abrazados, sin decir una palabra.









...








Amigo, ¿Está bien? —Preguntó uno de los trabajadores de mantenimiento que estaba en el salón. Jaebeom estaba tan conmocionado que a penas lo pudo escuchar.

No, claramente no estaba bien.

Su verdadero amor se había casado con otro hombre. Le estaba diciendo adiós a su oportunidad se hacer las cosas bien. ¿Pero cómo podría decirle adiós a todas las cosas que quería hacer pero el tiempo no fue suficiente? ¿Cómo podría decir adiós a algo que terminó así nada más? Sin decirle a Jinyoung todas aquellas cosas que guardó para él.

¿Qué le quedaba?

—La b-boda... —Dijo con dificultad, señalando las cosas que estaban siendo removidas —T-terminó.

El hombre se echó a reír, confundiendo mucho a Jaebeom, quien lo miró con el ceño fruncido.

Era algo raro.

—Oh, por supuesto que terminó —Jaebeom pudo notar el sarcasmo en sus palabras, con cada expresión aue hacía el hombre lo veía más confuso.

Se quedó en silencio por unos segundos, queriendo no pensar en la actitud del hombre. Volvieron a su cabeza miles de pensamientos, la sensación de perder se hacía cada vez más fuerte. Llegó demasiado tarde y probablemente Jinyoung ahora estaba disfrutando de su nuevo matrimonio, mientras él quedó como un idiota creyendo que podría haberlo detenido.

—Qué cara tienes, amigo —Se burló el hombre— No te preocupes, te devolverán el regalo, parecían ser buenas personas.

Jaebeom pareció volver a tener vida luego de escuchar aquello.

—¿Qué?

—¿No lo sabes?—El señor frunció el ceño— Cancelaron la boda, no habrá ceremonia.

Era el mayor hijo de puta en el planeta al sentirse feliz por esa noticia.

Dejó salir casi todo el aire en sus pulmones con un suspiro de alivio, seguido de la sonrisa más grande y geniuna que había dado en toda su vida. Su corazón latía a mil por segundo, sus manos empezaron a sudar frío y sus piernas parecían no obedecer puesto a que comenzaron a temblar. Algo parecido a la adrenalina entró en él. Casi besaba al hombre trabajador por haberle dicho aquello.

Face ; jjpWhere stories live. Discover now