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—Tengo que regresar a Corea en dos semanas.

Soltó Jaebeom mientras estaban desayunando en familia un sábado por la mañana. Algo nuevo.

Jinyoung lo miró algo sorprendido por su repentino aviso, sabía que tendría que volver tarde o temprano, él vivía en Seúl. Sería algo difícil y tendrían que arreglarselas para poder cuidar a Hyunjin estando tan lejos.

El pequeño lo miró triste, haciendo un puchero.

—¿Te volverás a ir, papá?

—Campeón, iré unas semanas y luego volveré aquí contigo —Le sonrió acariciando su cabello—También quiero que tú vayas, quiero que conozcas a tus abuelos y otros amigos de papá—Pudo ver como la mirada de Hyunjin se iluminó al decir aquello.

—¡Mis otros abuelos! ¡Sí, quiero ir! —Respondió el niño con alegría.

Jinyoung no estaba completamente seguro, Jaebeom debió consultarlo con él primero.

No es que no le agradara la familia de Jaebeom, bueno... No lo hacía, sabía que nunca lo habían querido como pareja de su hijo, nunca les gustó que estuviera con él. De hecho, se habían decepcionado mucho cuanto Jaebeom se los presentó. Siempre creyeron que Minhye era una mejor opción para su hijo. Siempre la invitaron a cenas familiares e intentaban que ella y  Jaebeom fueran pareja.

Al final, Jinyoung se los facilitó.

Sería bueno que Hyunjin conociera a su familia, y sabía que Jaebeom estaría muy emocionado, pero dudaba de la reacción de sus padres, que lo odiaran aún más o peor, hicieran sentir mal a su pequeño.

No lo soportaría.

—Jinyoung —Llamó Jaebeom sacándolo de sus pensamientos—Hyunjin me dijo que estas dos semanas estarán de vacaciones.

—Oh, sí.

—Hablé con BamBam y le pedí prestada su casa en Tailandia —El menor se sorprendió de escuchar aquello, ¿Estaba insinuando un tipo de vacaciones familiares? No se sentiría cómodo, pero haría a su hijo feliz.

—¿¡Iremos a Tailandia!? —Interrumpió Hyunjin.

—Solo si papi Jinyoung acepta— Jaebeom con una sonrisa, esperando una respuesta por parte de Jinyoung.

Se quedó encerrado en sus pensamientos, inseguro.

—¡Papi di que si!

—Yo...

—Es una casa en una playa privada y tiene piscina, todo para que estemos cómodos —Añadió Jaebeom, dando un poco más de insistencia para que aceptara—¿Qué dices?

Jinyoung suspiró.

—Está bien.

A los segundos, Hyunjin estaba gritando y bailando de alegría. Era la primera vez que saldría del país, conocer algo nuevo le haría bien.
Sus padres lo vieron con una sonrisa, era la primera vez que Jinyoung lo veía tan emocionado.

...

Habían pasado un día muy relajado.

Compartiendo entre ellos, viendo películas todo el día sentados en sofa, Hyunjin posando su cabeza en las piernas de Jinyoung y sus pies en las de Jaebeom.
Comían palomitas de maíz y algunos dulces mientras reían de las películas para niños que estaban mirando.

Era un sentimiento de calidez.

Minutos después de que la tercera película que verían comenzó, su hijo se quedó dormido. Dejándolos solos.