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Seis años después

—¿Dos por dos? —Tarareó Jinyoung para sus pequeños alumnos.

—¡Cuatro! —Respondieron todos al unísono, felices de saber la respuesta. Jinyoung sonrió con orgullo.

Habían pasado seis años.

Seis años desde que su corazón fue destruido.

Seis años desde que dejó todo para empezar de nuevo.

Solamente dejando una carta de despedida para Jaebeom.

Después de dejar su antigua ciudad, se fue con su mejor amigo, Yugyeom, a vivir Nueva York.
Un chico embarazado que debía de terminar su carrera y con ayuda de Yugyeom, iba relativamente bien. El menor lo cuidaba todo el tiempo y lo hacía sentir cómodo.

Dio a luz a un hermoso niño a quien nombró Hyunjin. Park Hyunjin.

Era un niño realmente inteligente y risueño, muy travieso. Había sido la combinación perfecta de Jinyoung y Jaebeom.
Por supuesto, el mayor nunca se había enterado de que tenía un hijo con Jinyoung, y este, jamás había querido decirlo debido a las circunstancias.

No le importaba ser padre soltero, había criado muy bien a Hyunjin. Al niño no le faltaba nada y era muy feliz.

Hyunjin inevitablemente le había preguntado acerca de su padre.
Nunca su nombre, solo dónde estaba.
Jinyoung le dijo la verdad, por más que doliera. Le dijo que él tiene un trabajo que lo mantiene alejado de una familia. Contó que era cantante muy famoso y que no sabía de su existencia, no sabía que era padre.
Incluso le enseñó una foto de Jaebeom.

Nunca más preguntó otra vez sobre él. En cambio, le dijo que era feliz y que no le hacía falta ningún padre más, estaba feliz con él y el tío Yugyeom. Lo que causó una gran conmoción en Jinyoung.

Escuchó el timbre de la escuela sonar, dando a entender que las clases de los pequeños habían finalizado.
Se despidió de todos los niños para luego entregarlos a sus respectivos padres.

Luego de terminar con sus pequeños alumnos, se dirigió al salón donde  Hyunjin recibia clases.

—¡Appa! —Exclamó el niño felizmente al ver a su padre, Jinyoung sonrió y lo abrazó.

—Listo para irnos, bebé? —Preguntó en un tono suave, el pequeño asintió con una sonrisa—Gracias por cuidarlo, Anne—Le agradeció a la maestra del niño y salió del lugar con su hijo en sus brazos.

—Papi, ¡hoy la maestra nos leyó muchos cuentos! —Dijo emocionado el pequeño mientras lo cargaba.

—¿En serio? ¿Te gustaron?

—¡Me encantaron! ¡Desearía salvar así a una princesa! —Jinyoung rió ante los deseos de su hijo, era muy tierno.

Después de la escuela acostumbraban a ir a un pequeño restaurante cercano al apartamento de Jinyoung, el cual quedaba un poco alejado del centro.

Al llegar, ordenó sus comidas preferidas y se sentó junto al pequeño en una mesa esperando su comida.
Al niño le dieron como todas las veces, dibujos para colorear y unos crayones para mantenerse ocupado. Mientras Jinyoung tomaba su teléfono y empezaba a ver las noticias.

Todo estaba normal, un día tranquilo, hasta que un mensaje de Yugyeom fue notificado en su teléfono.

Gyeomie😾💖
Hyung, tengo que hablar contigo
Llegaré a cenar a tu apartamento