III

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La luz matutina rompió en mi habitación, mi teléfono no tenía mucha batería, mientras se cargaba fui a desayunar, soy de comer mucho, tres sándwiches son suficientes para llenarme, al terminar seguí anotando toda la teoría mientras la ejecutaba en el piano, se me ocurrió intentar escribir las notas en el pentagrama (esas líneas de las partituras donde las notas se escriben), pero al momento de escribir la primera nota mi mente se quedó en blanco, tenía un montón de ideas en mi cabeza, pero no me sentía capaz de transcribirlas, busqué y busqué la manera y hallé una solución, el piano podía grabar y reproducir lo que yo tocara, no estaba seguro pero me atreví a hacerlo, apreté el botón de "Recording" y comencé a improvisar en la tonalidad de Re Mayor.

Dure un buen rato buscando melodías hasta que la encontré, sentía que me conectaba con ella, así que tomé el siguiente paso, acordes, la verdad ni me fijé en que forma los toqué, solo busqué la secuencia que mas se adaptara a mis sentimientos, busqué y busqué, pase horas grabando hasta que pude encontrar la secuencia adecuada, pero me sentía mal, por alguna u otra razón sentía que eso podría acabar mal. Decidí descargar un programa de edición de audio en mi computadora e improvisar sobre la pista que había grabado, una vez que terminé mi respiración se relajó al escucharla, no era la mejor pieza que había escuchado, pero me hizo sentirme bien por algunos segundos, en total duré una hora en el proceso, revisé la batería y la hora en mi teléfono, cuando algo se me hizo extraño, el celular marcaba las 9:30 de la mañana cuando tendrían que ser las 10 en punto, luego salí de mi habitación.

Mi madre me preguntó acerca del teclado, yo le comenté que estaba empezando a experimentar sus funciones y diferentes cualidades, le dije que ya había improvisado y grabado con el teclado:

—¿Tan rápido? ¿Grabaste una pieza en media hora?—

—No, pasó una hora—

—¿Que dices? Si desayunamos hace media hora—

—Pensé que mi teléfono estaba mal ya que marcaba las 9, pero de verdad pasó una hora, lo vi en el cronómetro de mi computadora—

—¿De verdad?—

—Déjame llamar a papá—

Al llamarlo le explicamos lo que pasó y buscó su cronómetro, luego saco su teléfono y me entregó el cronómetro, me dijo que entrara a mi habitación y lo activara hasta que marque entre los 10 y 29, y así fue, cerré mi puerta, contamos hasta tres y acciónanos el cronómetro, mientras que mi padre usó su teléfono, lo detuve a los 20 minutos, cuando salí de mi habitación mi mamá no lo podía creer, había una notable diferencia de minutaje entre mi cuarto y el resto de la casa, habían pasado 10 minutos en mi cuarto cuando en el resto de la casa 20 minutos, no podíamos creerlo, no se por qué en ese momento me lo tomé a la ligera, ya que no sabía a lo que me estaba exponiendo, (pero eso lo contaré mas adelante).

Me puse a buscar mas teoría para escribir por mi mismo, pero una pregunta resonaba en mi cabeza y no dejaba de resonar, me preguntaba: "¿Que esta pasando aquí dentro?, Esto no esta bien", pensé por horas, era algo que me ponía nervioso con solo pensarlo, no sabía que hacer, pero decidí no perder la calma. Terminé de estudiar e imprimí varias hojas pentagramadas, las pegué e hice un libro, transcribí las 2 primeras piezas, les agregué algún que otro arreglo, se lo mostré a mi mamá, le gustó un poco, pero le causó indiferencia.

El día transcurrió como cualquier otro día de vacaciones, después de procrastinator y dibujar un poco se hizo tarde, caminé por mi habitación buscando algo con que entretenerme, puse un poco de música y empecé a bailar, cabe destacar que bailo mal, pero hice lo que pude y agarré ritmo, baile por todo mi cuarto, revisé la hora para irme a dormir, eran las 11:50 cuando me empecé a cansar, sentía mis brazos cada vez más fríos y no sentía las piernas, me recosté sobre mi almohada mientras mi vista se hacía borrosa hasta dejar de ver lo que estaba a mi alrededor.

Los 10 Preludios de la VidaWhere stories live. Discover now