Versos fríos [EN EDICIÓN]✔️

17. El infierno que nadie merece vivir

—si, recuerdo que cuando te conocí, eras muy antipática—rió apenada.

—relájate, eso lo sé.

—ahora te ves más fresca pero estos últimos días has estado rara, ya ni quieres ir a nuestro apartamento. ¿Tiene que ver con Kyle?—asentí—. ¿Qué hizo además de intentar matar a Newt luego de un ataque de celos?

—no quiero meterte en esto...

—chicas, sus vestidos están arriba—dijo Stella bajando las escaleras—, cuando ya terminen de maquillarlas pueden ir a ponérselos.

—¿cuándo vas a dejar que te peinen y maquillen, Stella?—inquirí sabiendo que estaba evitando a los estilistas desde que entraron.

—debo ir a terminar el pastel de Marcus.

—¿pastel para Marcus?—preguntó Donna.

—Marcus está cumpliendo años hoy. Y Stella, no tardes en venir a que te arreglen.

—voy al baño—añadió Donna levantándose de la silla apartando a la estilista que le estaba dando los últimos toques a su peinado.

Me terminaron de peinar y maquillar, de las muchas veces que habían pintado mi rostro como si fuera un lienzo este ha sido el único maquillaje que me ha gustado, cabello suelto con ondulaciones y tonos ocres acompañando mis ojos de una forma tan sutil pero a la vez hermosa. Donna volvió para que la terminaran de maquillar y justo atrapé a Stella para sentarla en mi silla y que los estilistas hicieran su trabajo. Donna y yo subimos a mi cuarto encontrando ambos vestidos sobre la cama. El mío se trataba de uno largo color ocre como el de mis ojos y el de Donna uno verde con plateado muy sencillo pero que le había encantado.

—Moyra no tiene mal gusto—le aseguré.

—está hermoso—sonrió.

—bien, voy al baño y tu puedes vestirte aquí.

—Dalia...

—¿si?

—quería hablar contigo antes—fruncí el ceño.

—¿qué sucede? Me estás preocupando.

—no sucede nada, solo algo que pasó hace tiempo y creo que debes saberlo por mí.

Donna se sentó en el sofá que estaba frente a la cama y yo hice lo mismo esperando a que lo que dijera no fuera muy grave.

—sé porqué Kyle está siendo tan difícil...

—¿él te dijo lo que pasó?—asintió.

—él no lo hace porque no confíe en ti, lo hace porque quiere protegerme a mí.

—Donna, me preocupas...

De repente sus ojos se volvieron cristalinos y sabría que pronto ese maquillaje se correría por sus lágrimas.

—pasó hace dos años... a la salida de un concierto de Newt, fue su primera vez como solista y quería que yo bailara ahí... cuando terminó el concierto fui a buscarlo para ver si podía llevarme a mi casa pero lo encontré en un camerino con una chica... entonces salí sola del estadio... era nueva en la ciudad y no sabía dónde ir, solo conocía cómo llegar caminando a la casa del padre de Newt, no tenía dinero para un taxi... cuando me adentré en la calle alguien me venía siguiendo y—una lagrima cayó por su rostro y mi corazón latió desenfrenadamente por lo que estaba pensando que sucedería—, halaron mi cabello y me metieron a un callejón... eran tres hombres...

—no tienes que decirlo—añadí con mis ojos cristalinos pero ella asintió con intenciones de seguir.

—entre todos me... me tocaron y uno...—«no... no con una niña tan dulce como Donna» pensé—. Uno lo logró... pero Newt apareció en el callejón... dos huyeron pero el otro... sacó un arma y le disparó a Newt en la pierna... yo tenía depresión antes de eso por la muerte de mis padres e intenté suicidarme y no funcionó... luego de esa noche me sentía tan débil y ya no le veía sentido a la vida que... recurrí a tomar unas pastillas con la esperanza de que todo acabara... mi vida estaba hecha pedazos, mi instinto ni siquiera permitía que ni Kyle ni Newt se acercaran... no quería continuar así... no quería seguir viviendo de esa forma. Todas las noches tenía pesadillas con esos rostros ocultos en las sombras que no encontraba otra opción, pero por algo del destino o como le dice Newt, un milagro, no morí... aún me cuesta trabajo seguir pero al menos ya dejo que más personas se me acerquen, mira, hasta dejé que Marcus hablara conmigo sin tener un ataque por la paranoia que siempre tengo de pensar que cualquier hombre pudo haberme hecho eso...