Tu Me Quemas

Perder la Cabeza

Ellen

Me levanté todavía muy extraña por lo que había pasado con Massimo, decidí ducharme.
Me cambie con un simple vestido algo cómodo,cuando estaba decidida a bajar a desayunar mi celular vibró.
Era un mensaje de Massimo:

"Tengo curiosidad por saber que demonios te ocurrió ayer.¿Por qué huiste Ellen?"
(Me)

No dude en responder

"Ya sabes por qué..tenemos las mismas razones,y no deberíamos olvidarlas"
(E)

"Sere un tonto o un valiente,pero estaba dispuesto a todo...y creeme,yo perdería siempre"
(M)

Al leer eso me latía el corazón tan fuerte,era sencillamente increíble tener este tipo de conversación con el.

"¿Eso cree? A mí me parece que no,es más probarlas tu teoría de que soy una zorra,así fue como me llamaste ¿Verdad?"
(E)

Sabía que era un golpe bajo sacar eso a colación cuando el parecía haber decidido sincerarse,pero no pude evitarlo y tampoco pude evitar agregar:

"Eso,sin contar con los beneficios de tenerme enredada con eso de la excusa de solamente es por luz"
(E)

Estaba esperando ansiosamente su respuesta,paso un minuto para lo que me llegó su mensaje:

"En ese caso,estaría corriendo los mismos riesgos,y si,te llamé zorra,lo que lo hace más vergonzoso que me pase esto contigo...A ver Ellen,tengo veinte años más que tú,y de verdad no me gustan las zorras.sim embargo,no puedo dejar de pensar en lo que hubiese sucedido si no hubieses salido corriendo"
(M)

Se me llenaron los ojos de lágrimas al darme cuenta de que el aún pensaba lo peor de mi y no podía sacarlo de su error.
No pude seguir escribiendo,pues me temblaba la mano.
Mi celular sonó,por supuesto era el,toque el botón verde y no dije nada,no me salían las palabras.

- Joder Ellen...¿Qué quieres de mí?no esperarás que me retracte, traicionaste a mi hijo.

- No espero nada de ti - repuse con la voz ahogada por el llanto - No espero más que insultos y acusaciones,y sigas sacando cosas absurdas de pasado cada vez que puedes para que me sienta aún peor.

Al otro lado de la línea se oía la agitada respiración de Massimo.

-Aun siendo una zorra,te quiero para mí.

Cerré los ojos mientras me quedé helada.

- No sabes...no sabes lo que dices.

- Y tu también lo quieres,lo sentí en tu boca cuando te bese...quieres Ellen,admitelo.

- ¿Qué es lo que quiero?- lo desafíe.

- Que te folle como nunca te han follado en tu vida,y creeme tengo tantas ganas de hacerlo que no puedo pensar en ti sin que se me ponga dura.

Me quedé en silencio,era impresionante el poder que tenía este hombre en mi,cuando creía haber ganado,el me derribaba con unas simples palabras.

- No te creo- fue todo lo que atiné a decir.

- Si lo haces,por que a ti también te sucede...dime qué no te mojaste cuando te comi la boca.

No conteste,por supuesto era inútil negar lo evidente,pero no estaba lista para admitirlo.

- Lo hiciste...- murmuro con voz ronca- Joder..

- Basta por favor,sabes bien que tú y yo no podemos tener nada...

- Correcto no podemos tener nada que no sea ese polvo que ambos deseamos,o al menos yo lo vengo deseando desde que...- se interrumpió un momento pero se repuso rápidamente - Desde que te Vi desnuda en la bañera- dijo - Desde ese momento no puedo pensar en otra cosa Ellen,no ha Sido fácil siquiera reconocerlo.-

Yo solo trague saliva,que Massimo estuviera abriendo su corazón de esa forma me resultaba tan excitante como sospechoso..¿Por qué me decía esas cosas?. Intentaba concentrarme en otra cosa que no fuese lo que mi cuerpo me pedía a gritos,pero no podía,Aún así,hize el intento de poner un poco de cordura a la conversación.

- Fui la novia de tu hijo y además me odias por lo de Luz y por lo de tu hijo - dije tratando de sonar dura.

- Te estoy proponiendo follar para quitarnos las ganas,no casarte conmigo,podemos seguir odiandonos luego - fue su insólita respuesta.

Estaba enfadada y caliente,por qué a pesar de que sus palabras era fuertes,cada vez me encontraba más cerca de un "si",no podía seguir adelante con esa conversación,me mantuve firme en mi propósito de no ceder ni un poco.

¿Le gustaban las expresiones fuertes?Bueno,yo también podía ser muy directa y también podía hacer daño con palabras,lo de "zorra" me seguía doliendo como la primera vez.

- No gracias,no follo con hombres de más de treinta años que me consideran una zorra,y aún así quieren metermela a toda costa,necesito otro tipo de...estímulos, necesito que me hagan perder la cabeza,más que las bragas.
Que descanse señor Massimo.