—¿Te agarró la lluvia, Kim? —ironizó con toda la intención de burlarse, algo que su bola de tarados festejó con risas.

—Chistoso. Me reí. —hablé sin una pizca de gracia— Pero descuida, no es necesario que me hagas bromas para que sepa que vienes del circo. Mejor guardatelo para la noche.

Algo que, debo admitir, me gusta de este idiota, es su poco temperamento. Cualquier leve insulto ya le hacía palpitar la vena de la sien, por lo que molestarlo era muy sencillo, no tenía ni que esforzarme. En realidad, podría decirse que manejamos un mismo mal carácter, solo que él lo controla con seriedad y yo con humor. Soy más simpática.

—Me pides a gritos un golpe, ¿verdad? —esta vez sonó más serio.

¿Lo ven? Ya quiere ir a los golpes.

—Que sea la última vez que me jodes con tu estúpida moto o el que recibirá un golpe eres tú. —amenacé.

—No me intimidas, Kim. —su pose se hizo más recta, consiguiendo como detalle un intento de intimidación por tamaño.

—Ni tú a mí, Jeon. —respondí con su mismo tono y acción, a pesar de que aún soy más pequeña en comparación a su tamaño— Juro que romperé tu moto en pedazos.

—Toca mi moto y lo que quedará hecho pedazos serás tú.

—¡PELEA! —gritó el otro idiota de NamJoon.

El grito fue una alarma para todos los chismosos de este lugar que se acercaron a nosotros y nos rodearon para ser espectadores de la pelea.

Son peor que mi vecina en Estados Unidos Christina. Estúpida vieja chismosa que me delató por romper la histórica vasija de mamá. Ni siquiera sé como se enteró si estaba a dos casas de la mía.

—¿Qué esperas, Kim? —me empujó— Sabía que solo eras palabras. Perra que ladra no muerde, dicho típico pero cierto.

¿Me enojé?

Claro que me enojé.

Acaba de llamarme cobarde, eso sí que no. Definitivamente, en lo único en lo que coincidimos es en el mal temperamento, porque con esa simple provocación, mis ganas de golpearlo estaban en aumento, al igual que mi ira.

Literalmente mandé todo lo que dije en mi monólogo antes de venir a Corea del Sur sobre ser mejor persona en el momento en el que le tiré el primer golpe en la cara a JungKook. Algo que se sintió muy bien y que transmití con una sonrisa, había descargado un poco la bronca que le tenía desde hace días.

No pareció esperar ese golpe, por lo que su cuerpo retrocedió unos pasos mientras mantenía su cara volteada. Todos hicieron un instantáneo silencio, y por la expresión de algunos pareciera que cavé mi tumba.

Bueno, al menos lo intenté.

Una mano de Jeon fue a parar en su mandíbula para acariciarla y de paso tantear la herida de su labio. Miró con detenimiento la sangre entre sus dedos y con una sonrisa me miró.

—No golpeas mal, Kim. —con su lengua limpió aquél líquido.

Por unos momentos me alerté, me sentí en un verdadero peligro, pero ahora, a estas alturas, no podía retroceder. La mirada de Jeon había estremecido mi piel, e inmediatamente recordé las palabras de advertencia de JiMin.

bad boy ━━ [#1] jeon jungkookWhere stories live. Discover now