Capitulo 4: Amenaza

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"En las últimas horas fueron encontrados más de 15 cadáveres apilados en una carretera en Cd. De México, los cuales fueron encontrados luego de una llamada a emergencias" las imágenes se mostraron en la televisión del comedor" Las imágenes muestran obvias amenazas por parte de un cartel desconocido.

Saúl y Mauricio veían la televisión mientras desayunaban, aunque en realidad Saúl era el único que veía las noticias de verdad.

—Te espero afuera —Mauricio abandonó la mesa, dejó su plato en el lavabo y se dirigió al baño.

—Aguanta tantito —respondió Saúl terminando de beber su leche.

Mauricio se miró al espejo, no pudo evitar recordar el raro sueño que tuvo hace días, el día que conoció a Saúl precisamente; trataba sobre "What is this feeling?" del musical Wicked, con la excepción de que Saúl y Mauricio remplazaban a Glinda y Elphaba respectivamente. Él aún pensaba en todo lo que sentía, su relación con Saúl había cambiado mucho, había pasado casi semana y media desde que hablaron sentados en el techo; aún repetía lo que Saúl confesó en su mente. Como es típico en una persona ansiosa y algo frágil, relacionaba las cosas muy fácil, llegó a pensar que el maestro que hirió a Saúl el primer día que lo acompañó a la escuela estaba relacionado con las personas que lo atacaron en su casa de la capital. Sonaba alocado, pero al mismo tiempo cuerdo.

Ambos ya estaban rumbo a sus rutinas diarias, Mauricio examinó a Saúl, estaba más tenso ese día, tenía ojeras y los ojos entrecerrados con una mirada centrada.

—¿Estás bien? —preguntó Mauricio.

—No, ¿y tu?

—¿Y por qué no lo estás? —Mauricio esperó una respuesta que no llegó— no dormiste.

—Estuve toda la noche intentando contactar a mi familia, y salí a investigar.

—¿Nada?

—Nada aún.

—Si esa gente se chinga a todos los de tu... tipo, pronto sabrás algo ¿no?

—Reconocí 3 personas, de los que asesinaron en el D.F. lo pasaron por el noticiero de hoy. Solo familia lejana, no es que me afecte mucho.

—¿Qué te afecta?

—Que estoy quedándome sin tiempo, llevo casi 3 semanas aquí y aún no sé nada, solo que hay alguien que sabe identificarnos... tu maestro ¿no puedes entrar a su oficina y buscar algo que me ayude?

—Nadia y yo robamos unas hojas de su oficina el día en que te convertiste frente a todos, también lo hizo olvidar todo —Mauricio buscó entre la basura de su mochila.

—Déjalas en el asiento de atrás, en mi módulo libre las checo.

Llegaron a la parada de Mauricio, Mauricio estaba por bajar, pero sentía que debía decir algo.

—Oye, suerte —dijo Mauricio con una sonrisa leve y adormilada.

—Gracias —Saúl seguía serio pero estaba más calmado.

Mauricio se alejó del auto y entró a la preparatoria, Saúl abandonó el lugar aún más decidido. Ninguno de los dos se percató que a lo lejos alguien había tomado una foto en la que claramente podías ver placas del automóvil, marca, y rostros; alguien que ya había tenido contacto con este par antes.

Cumpliendo los caprichos de su universidad, ahí estaba Saúl al atardecer uniéndose a el equipo de baloncesto; había practicado soccer, rugby, natación, boxeo, incluso equitación y volleyball, pero jamas baloncesto.

Para ser sinceros le encantaba el deporte, era una zona donde lo daba todo, de verdad le apasionaba, y aunque varias veces le hubieran recomendado dedicarse profesionalmente el no se veía en una cancha por el resto de sus días.

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