IX

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Maratón 2/2

Luis abrió la puerta del local, siempre iba allí a tomar un café, o simplemente a desayunar, cuando vivía allí.

Reconoció algunas personas del local, y se sentó en una mesa cercana a la ventana que daba a la calle. Estaba exhausto del viaje que decidió llevar acabó ayer mismo, llegando esta mañana, y completamente decidido a irse por la tarde de nuevo, si es que no era nada importante.

Pero en realidad tenía claro que tratándose de Ángela, todo era sumamente importante.

Al menos para el.

Mateo entro al local, buscando con la mirada hasta toparse con el y caminar sigilosamente hasta allí, como escondiéndose de la vista de los demás, tomo asiento.

Que gusto verte, Luis—

—Lo mismo digo, Mateo— dijo de la misma manera mientras llamaba al mesero para pedir un café.—¿Quieres algo?.

—Un café está bien.

Tomaron su pedido, y el mesero se fue sin decir más, para dejarlos en un silencio incómodo.

—Sabes que yo amaba a mi hermana con todo el corazón, no?

Luis tardo en responder— por supuesto, no lo dudó...

—No he podido dormir después de lo que ocurrió— acepto Mateo, algo dolido.

—Yo menos, y sé que es muy duro, pero, aunque no lo haya querido, hay que aceptarlo.

El corazón se le aceleró al pronunciar eso, y pidió perdón mentalmente a ella, como si en lugar de superarla la hubiera olvidado.

Todo fue mi culpa...

—No te culpes Mateo, ninguno estuvo allí, ninguno pudo hacer nada.

—Mateo, te cuento esto porque mereces saberlo...— Murmuró el.

Justo el mesero llegó y coloco con suavidad el café pedido por ambos, pero ninguno lo probó.

—¿Qué ocurrió?...

—Hace un par de años, yo no estoy haciendo las cosas correctamente, y de verdad lo lamento, ya no lo hago, pero sabes que siempre termina mal...y.. quede debiendo un dinero. A personas no muy sanas, sabes, no les duele hacer daño...

—¿Robabas?— fue lo único que se atrevió a preguntar Luis ante la confesión.

—Robaba, llegue a traficar, poco, a jóvenes de escuela, sabes, de esos que quieren probar y...

Si si, entiendo.

Te juro, que nunca pensé que llegaría tan lejos... Nunca quise que ocurriera una cosa así.

Las mejillas de Mateo comenzaron a empaparse, Luis sintió una fuerte punzada en el pecho.

—¿Qué hiciste, Mateo?— pregunto lleno de furia, imaginando lo peor.

—Al parecer, ella estaba siendo amenazada por esa gente, mucho antes de que ella hiciera lo que, realmente tenía pensado hacer...

—¿Tenía pensado?..

Mateo se desplomó sobre la mesa, reventó en llanto, y trato de hacer el menor ruido posible. Luis miro a ambos lados y rápidamente lo tomo de la cabeza y lo levanto de forma suave, para que lo mirará.

Se que el sentimiento de culpa no te deja dormir, ni siquiera te deja respirar, está sobre ti, la ves en todos lados, la escuchas, por tus malditos principios, por tu familia, y por la memoria de tu hermana. Cálmate y cuéntame qué ocurrió.

—Quiza...ellos asesinaron a mi hermana.— soltó Mateo.

Luis bajo su agarre mientras que negaba lentamente, camino al lado de las mesas hasta salir del local a la calle, y miro al cielo lentamente, nublado, como el día que ella se fue. Cómo el día que se la quitaron, ¿Y si ella no se quiso ir?.

Un extraño sentimiento lo lleno, y entendió a la perfección lo que quería.

Venganza.

|-/   ♪   |-/

La botella de vidrio se quebró  lentamente cuando entro en contacto con el suelo, el escucho el sonido, pero lejano.

1 botella de whisky.

2:40 a.m

Miles de pensamientos en su mente.

Miro sobre la mesa del lugar donde se quedaba, las hojas incontables de los escritos de Ángela estaban allí, más su carta, su hermosa carta.

Lloro de nuevo, y se sintió nuevamente solo, la depresión lo carcomia por dentro y lo hundía.

“Si supieras todo lo que quise decirte, todo lo que tengo para decirte, lo mucho que te amo”...

4:00 a.m

Los tragos se subieron y termino tecleando su teléfono esa noche, pues, un poco de diversión no le haría nada de daño, no en ese momento, pero después se arrepentiría de seguir existiendo.

Insomnio (#Superación)Where stories live. Discover now