VI

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"Borra mi nombre de todas las frases que digas."


Semanas después:

—Si lo consideras necesario, me parece perfecto.—Respondió la psicóloga mientras terminaba de llenar el papel.—¿Cuando...

—Mañana.—interrumpió.

—Esta bien, y si necesitas ayuda llama.— Comento pero el ya estaba cerrando la puerta.

Cualquiera en su lugar lo tacharía de grosero, pero, necesitaba irse antes de que el arrepentimiento llegará.

Su madre lo había convencido y le prestó parte del dinero que necesitaba para irse, lejos, de sus recuerdos. No podía seguir, en la misma ciudad, con la misma gente y la misma vida.

El ya no era el mismo.

Ella ya no estaba.

Y el tenía que olvidarla.

Era fácil repetirlo en su cabeza, hacerlo era complicado, y ese simple pensamiento le ayudo a recordarla nuevamente.

Ángela fue una chica de gustos pasajeros, siempre cambiaba, le gustaba probar cosas nuevas; conocer. Le gustaba vivir.
Lástima que solo le gustará aveces, a pesar de todo su potencial—que ella no sabía que tenía—y sus talentos, temía, el nunca logro comprender a que le tenía miedo.

Fue dueña de muchos proyectos y de algunos otros que nunca llegaron a la luz, amaba cantar, leer y ser ella. Y el conocía todos sus proyectos y sabía los que tenía en mente.

Ella era miedosa, por que nunca supo actuar, y por que nunca nadie le dio apoyo. Según su vista, siempre los amigos que tenía la abandonaban, o se alejaban al poco tiempo.

Ella sufría y siempre trato de hacerlo en silencio, pero explotaba, esa era su esencia. Ella misma se titulaba: tóxica.

Aún recordaba cuando su mamá le pregunto:

"Angela, ¿Está todo bien?, He notado que...todos los amigos que tienes al final, se alejan, o peleas con ellos, ¿Que sucede?."

Desde hay entendió que no servía para las relaciones, pero con el había pasado algo raro. El no quería irse, el era dueño de sus más oscuros secretos, de sus deseos y de sus (hermosos) sueños.

Ella quería lo mejor para el, y el que solo entregaba alegría, no podía recibir tristeza.

Entonces se juro a sí misma, que únicamente ella viviría ese dolor, que solo ella lucharía, claro, no lo logro.
Y Luis que era todo para Ángela, no sabía eso. Y ella no podía decir muchas cosas, por que sabía que perdería demasiado.

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El tren tomo partida, solo una ciudad diferente. Solo una mochila, y su carpeta, a mano pues cargaba lo que según él son los papeles más importantes de su vida.

Su madre esperaba, viviría en otro edificio, claro. Pero estar cerca de su familia le ayudaría bastante.

De repente recordó lo dicho por el oficial del caso de ella.

"La primera teoría, la más segura, es que tomo la decisión de terminar con su vida, lo lamentó mucho. Pero, la segunda teoría; se encontraron varias marcas en su cuerpo, algo extrañas. Algunas pertenencias de su habitación estaban desordenadas, caídas por todo el lugar. Podríamos estar pensando, en un robo."

Un robo, ¿Y si eso había sido?, Si fuera así tendría que descubrir quién lo hizo y vengarse. Pero, quizás su amiga tenía razón y dejarla ir sería lo mejor.

Su móvil lo saco de sus pensamientos.

Suegra:

"Me enteré que vas de regreso a tu ciudad, lamentó no despedirme, pero acabamos de encontrar algo más en el cuarto de Ángela, Luis.. hay una carta para ti."

Suspiro pesadamente, y la sintió, junto a él, transmitiendo una maligna paz y quizá, dando a entender que no todo había terminado.

Insomnio (#Superación)Kde žijí příběhy. Začni objevovat