XII: Bello ángel

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Mientras DJ y su grupo musical estaban trabajando en un plan de declaración para Da Vinci, la cachorra pintora se inspiró y realizó una nueva obra de arte. En el sótano, un lugar solitario y algo helado, tuvo la privacidad para trabajar en una nueva pintura. Estaba haciendo una obra maestra: DJ y ella dándose un cariñoso abrazo lateral; impactando sus mejillas sonrojadas.

 Estaba haciendo una obra maestra: DJ y ella dándose un cariñoso abrazo lateral; impactando sus mejillas sonrojadas

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Estaba conmovida, tenía ganas de lagrimear de la felicidad. «Ojalá supieras que yo también te amo, mi nota musical».

Por alegría del cachorro, llegó la noche; pero desgracia de caminar solo en la oscuridad de las calles. Estaba completamente inseguro por caminar en las aceras. Sin presencia de un alma, hasta no se presenciaba un rastro humano presente. Encogía los hombros y alzaba su lomo por el pavor.

De milagro, llegó a su casa sano y seguro. Cerró la puerta principal del hogar inmediatamente. Dejando su teclado musical en el suelo polvoriento del pasillo. Llegó al hogar con una fatiga cargada en su cuerpo de cachorro. Bostezó hasta dejar derramar su saliva en el suelo de tablones de madera.

El silencio le incomodó; los cachorros dormían plácidamente en sus respectivos canastos y en sus habitaciones. Se colocó sus audífonos rojos a sus orejas para escuchar un enlistado de baladas románticas. Estaba emocionado de poder decirle lo que realmente siente por esa hembra que ha sido el primor de sus sueños: Da Vinci Dálmata.

Subió al segundo nivel del hogar, donde se ubican las habitaciones. Pasaba por el pasillo que estaba a oscuras. Pero logró captar algo: vio la puerta abierta de la habitación de las hembras. Sigilosamente se asomó a ver a todas sus hermanas descansar pacíficamente. Pero lo que destacó fue a Da Vinci. Que se veía adorable durmiendo con una manta púrpura que la abrigaba. Con la intención de poder expresar lo que sentía, se acercó a su canasto y le dio una lamida a su nariz. Deseándole buenas noches.

Ella solo correspondió una sonrisa a pesar de estar completamente dormida.

En la mañana siguiente, DJ Inquirió a sus padres que si podría salir temprano para un ensayo. Lo que descartó era que quería confesar su amor a la dálmata de sus sueños. No lo mencionó para que no sospecharan. A lo que sus padres autorizaron su salida.

—Solo ten cautela, hijo —agregó la madre, abrazando al cachorro melómano.

—Descuiden, estaré bien.

Antes de salir, además de llevar su guitarra acústica en el lomo, desayunó junto a toda la familia. Da Vinci se sentó a su lado. En un principio se sonrojó su rostro, pero como iba extendiéndose la plática entre los dos, ese gesto de pena se desvaneció de manera repentina. Se despidió de todos antes de salir por la puerta principal.

Dizzy guiñó un ojo. Deseándole suerte en que sea correspondido.

Caminó por las aceras de las calles. Era Lunes, así que la actividad en la ciudad era más activa. Los locales dependientes e independientes brindaban servicio, las personas cruzaban las calles por los pasos de cebra, los aromas exóticos de los restaurantes satisfacía ese olfato y hasta pocas personas corrían como queriendo escapar de alguien que está por asesinarlo.

La melodía de mi corazónWhere stories live. Discover now