Hurts like hell//Bughead

☠Capitulo cincuenta y tres.☠

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Cuando Betty se despertó al otro día, su lado en la cama estaba vacío. Suspiró algo dormida.

—Buenos días—soltó una voz. La rubia se sentó en la cama y miró al chico mientras se ponía un traje. Este la miró e hizo una mueca—Si...no eres muy encantadora cuando recién te levantas.—soltó divertido.

—¿Te vistes así por un vuelo privado?—preguntó esta.

Jughead la miró y suspiró—Digamos que pasaré a hacer unos negocios de camino.—la rubia alzó su ceja—Bueno, podrías venir conmigo pero insistes en que quieres terminar el semestre. Así que pasaré dos meses encargándome de mis cosas sin tu ayuda y contaré con...—hizo un silencio—mi mano. —La rubia sonrió y se desperezó en la cama.—No, no puedes dormirte. En una dos horas tienes clase.

La rubia le quitó el dedo del medio—Pudreté.

—Me alegra en saber que ya estás totalmente rendida ante que yo sepa tus horarios.

—Ah si, siempre lo has hecho.—soltó encogiéndose de hombros mientras lo miraba.

—Escúchame, avísame el día que quieras tomarte el avión, en lo posible hazlo con una semana de anticipación—dijo mirándolas—Mandaré a alguno de los chicos también para que los reconozcas.

—¿Y por qué tú no pasas a buscarme también?—preguntó mirandola.

Jughead se acercó a la cama y la miró, como si la fuera a besar, pero antes habló—Porque sería muy cliché. —Betty sonrió para besarlo. Este acarició su mejilla.—Vamos, nena. Pasaremos a desayunar.

—Pero debo pasar por mi departamento.

Jughead negó—No, de hecho tienes ropa en el baño y tú mochila está ahí.

La rubia abrió su boca levantándose—No preguntaré como.—soltó para caminar hasta el baño.

Cuando esta salió arreglada, ambos fueron hasta un pequeño lugar para desayunar.

—¿No te sientes normal?—preguntó esta mientras estaban apartados de las mesas, con café.

Jughead la miró frunciendo el ceño—Soy normal. —dijo obvio. La rubia negó, rodeando sus ojos.— Para mi, soy normal.

—No, no lo eres.

—Definemé normal—soltó Jughead mirando a la rubia.

—Algo regular para todos, algo que es común.

Jughead se inclinó para acercarse a ella, puso su mano en el muslo de la rubia—¿Y en que te basas para decir que lo que yo hago no es normal?.—este le sonrió— Tú has visto muchas personas que trabajan para mi, ¿alguna vez te hubieras imaginado a esas personas así?—Betty negó—La normalidad es relativa.

—Ya bueno—soltó esta sonriéndole.

Jughead miró su reloj—Es hora. Te llevaré a la universidad y luego me iré.

—Bien—soltó la rubia.

Al llegar al estacionamiento, ambos bajaron del auto y Betty caminó hasta Jughead el cuál se había apoyado en el vehículo.

—Entonces...—la rubia murmuró.

—Entonces tu seguirás con tu vida normal y aburrida por los siguientes dos meses, sería conveniente que sin coquetear ni tener sexo con los chicos, ya créeme que me he enterado de algunos y ...—este hizo una mueca mirando a la rubia—A veces me sorprende el poco amor propio que te tienes.