Hurts like hell//Bughead

☠Capítulo veintidos .☠

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Cuando llegaron al departamento de Jughead, la rubia se quitó los tacones, sin mirarlo. Esta siguió caminando, directa a la habitación. Jughead se encontraba cerrando la puerta para ver como Betty dejó caer su blusa en la mitad de la escalera para seguir subiendo.

—Demonios—soltó suspirando o mientras subía tras la rubia, esquivando sus tacos y su blusa en el mismo lugar que esta lo había dejado.

Este caminó hasta la habitación.—¡Bu!—gritó la rubia quien había salido tras la puerta. Esa comenzó a reir y Jughead la vió con una sonrisa, mordiéndose el labio para mirarla.

—¿Bu?—preguntó.

Esta hizo una mueca al verlo no reir—Se supone que debes reírte—soltó esta, dispuesta a desabrocharle los botones, pero este tomó sus manos.

—A mi no me desvisten, yo lo hago por mi propio medio—soltó serio.

Betty lo miró y le sonrió para luego hacer una mueca—Yo hago lo que quiera—soltó volviendo a desabrochar los botones de la camisa de Jughead. Este solamente miró como lo hacia, observó sus manos.—¿Te piensas acostar en la cama?—preguntó esta.

Jughead solamente la miró y la besó, sin embargo ambos terminaron en la cama, solamente que Betty sobre él. Esta sigió desabrochando los botones y la miraba, sentada sobre él, desabrochándole los botones.

—El que estes sobre mi lo hace cada vez mejor—confesó.

Betty sonrió para que luego de desabrocharse los botones al chico, se desabrochó sus sostén. Este puso su mano sobre la cadera de la rubia—Creo que he sacado una parte tuya interior que no conocias... Nunca lo esperé de ti—soltó este.

La rubia se inclinó para besarle los labios, y cuando Jughead lo fue a responder, esta comenzó a bajar los besos. Por su cuello, pero quedó besandole el abdomen.

—Debería quitarte de ahí porque no me gusta lo que haces, pero veo que tus besos están bajando, y espero que vayas a hacer lo que espero.

Betty sonrió para separarse y bajarle la cremallera al chico—¿Esto?

—Si esta noche te luces, pasarás al primer puesto.

—¿Y en que lugar estoy ahora?

—Dos, tal vez tres—dijo dudoso, sin embargo, hacía varios días que no tenía sexo.

—Nunca soy un dos o un tres—soltó seria.

—Eso lo veremos al terminar la noche.

La rubia parecía haber terminado con su dignidad, o tal vez eran los litros de alcohol que tenía en su cuerpo, sin emabrgo, ninguno tenía problema de eso ni la pasaba mal. Al terminar, Betty cayó rendida en la cama.

—Dejame adiviar, ¿tienes trabajo?

—No.—negó este recostándose en la cama—Pero me niego a dormir contigo.

—¿Tienes miedo de abrazarme mientras duermes?—preguntó divertida.

Jughead negó—No, no lo haría. Odio eso.

—Bien por ti—soltó esta girándose, mientras la daba la espalda para dormir.

El chico soltó un leve suspiro para apagar la lámpara y acostarse. Sin embargo, no podía dormir. Sintió una risa.

—Eres increíble—soltó Betty levantándose mientras negaba—¿Te das cuenta que no puedes dormir con nadie porque te sientes inómodo?—preguntó.—Me iré a dormir al sofá y será la última noche que pasaré en tu apartamento.—aclaró—Te da miedo el contacto, te da miedo el amor. Es bastante triste, pero está bien.—Esta se fue de la habitación.