☠Capítulo treinta y uno .☠

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Eran las seis de la mañana de un sábado y Jughead se despertó. Se levantó lentamente y se entró a bañar. Al salir, se asomó por la puerta de su habitación para ver a Betty seguir durmiendo.

Bajó hasta la cocina y tomó una fruta para caminar hasta su pequeño estudio donde tenía papeles y hacía gran parte de su trabajo. La verdad, era que tampoco tenía mucho para hacer.
Para los trabajos administrativos en general, tenían personas contratadas. Sin embargo, este estaba realmente ocupado intentando saber donde estaba su madre, o por lo menos entender el porque ella se había ido y se había hecho pasar por muerto.

No tenía ni idea de cuanto había pasado hasta que su puerta sonó.

—Pasá—soltó. Tenía más que claro quién era. Betty pasó tapada con una manta y dormida. Jughead miró el reloj, eran las diez de la mañana.—¿Estás bien?

Betty asintió para sentarse en la silla frente a él, abrazando sus piernas.

—Okay... seré tu terapeuta, puedes desahogarte—soltó este al mirar a Betty.

Esta suspiró y bajó la mirada—Estoy muy cansada de todo. Cansada de buscar respuestas de el porqué las cosas sucediron así, el porqué mi vida es una mier—Jughead la interrumpió:—No puedes decir que tu vida es una mierda cuando ni siquiera has vivido parte de ella.

—No tengo nada.

—Pero eso no significa que en algún momento no lo tengas. A ver, si, estas pasando una época de tu vida que es una mierda, no voy a mentirte. Pero no significa que tu vida vaya a ser una mierda. Es tú decisión el seguir con tu vida como lo desees.

—¿Tú deseabas ser esto que eres?—preguntó curiosa.

Jughead hizo un silencio y la miró—¿Hablas si un día me desperté y dije "quiero trabajar del lado oscuro de la vida"?—Betty asintió—No lo elegí. De hecho, no era lo que quería. No es tan malo, ahora. Digamos que soy una persona bastante privilegiada.

—Lo tienes todo—Jughead hizo una mueca.

—No estoy de acuerdo—confesó—Crecí con esto, en en este mundo y desde pequeño fui criado para que esto se siguiera.

—Pero, puedes irte.

—Si, lo sé. Pero no quiero—confesó—Despues do todo, no me siento tan mal aquí y estoy más cerca de todo, y vamos, tengo muchos privilegios.

—¿Qué hubieras hecho si no fueras esto?

Jughead la miró—Escritor.

A Betty la tomó por sorprendida—Pero puedes serlo.—Este solamente sonrió dado la ternura e inocencia que reflejó la frase hecha por Betty.

—No, no puedo. No es tan fácil como crees. Debo mantener un perfil bajo para todas las personas que no son de este medio.

—Pero... No lo entiendo.—confesó.

—Y tampoco podrás hacerlo—aseguró este—¿Has desayunado ya?

—No, pero no lo haré. Solamente me iré a cambiar e iré a lo de Veronica.

—¿Vendrás más tarde?

—No. Me quedaré a dormir con ella.

—Bien—soltó este bajando nuevamente su cabeza.

La rubia se levantó y lo miró—De verdad, si quieres que empiece a tomar pastillas. Quiero que en los próximos días me des una vez por mes un reporte tuyo, y obviamente, no vas a tener sexo con nadie más porque no quiero que me contagies alguna enfermedad.—esta le sonrió.

Hurts like hell//BugheadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora