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Al día siguiente ambas fueron al hospital. Al parecer no era nada grave, así que Jennie decidió irse apenas dieran de alta al señor Manoban.

- ¿Ya te vas?.— Le preguntó Lisa.

- Sí, ya tengo que irme...— Mintió. En realidad no tenía nada más que hacer, pero no podía estar más tiempo cerca de Lisa, o comenzaría a confundirse.

- Ya veo...— Se entristeció.— ¿No te gustaría salir la próxima semana?.— Preguntó con esperanzas de que la morena aceptara.

- No creo que sea posible. Sabes que tengo una agenda muy apretada...— La rechazó. Se sentía un poco mal, ya que en el fondo sí quería pasar más tiempo con ella.

- Está bien.— Respondió Lisa.— ¿Al menos podrías mandarme un mensaje, o algo?. Me podrías avisar cuando te desocupes...

- Sí, ya veré.— La cortó.— Bueno, adiós.

Lisa vió como Jennie se marchaba sin dar vuelta atrás. Estaba siendo muy difícil, pero no se rendiría.

Después de varias semanas esperando un mísero mensaje de Jennie, decidió salir para distraerse. No insistiría, ya que tiene que ser Jennie quien la busque.

- Señorita, hoy tengo el día libre...— Se acercó una de las empleadas, sonrojada.— ¿Me haría el honor de acompañarme al cine?. Tengo una entrada extra, y no quisiera desperdiciarla.— Obviamente era una mentira, ella misma compró esa entrada para Lisa.

- De hecho, planeaba salir hoy, y sería buena idea que tuvieramos un día de chicas.— Sonrió inocentemente.

- Sí, señorita.— Dijo emocionada.

- Dime Lisa, Jessica.— Le acarició la mejilla. Era conocida por su gran apego físico. Jessica casi se desmaya por ese contacto, pero supo mantener la compostura.— Iré a vestirme, y saldremos.

Jessica asintió, totalmente embelesada con la hermosura, y amabilidad de Lisa.

Al cabo de unos minutos, ambas salieron en dirección al cine. Lisa utilizó su auto, para la comodidad de ambas.

Mientras manejaba, notó como Jessica no dejaba de mirarla. De cierta forma eso la estaba poniendo nerviosa. El silencio abundaba, y cada vez se hacía más incómodo.

Por suerte llegaron pronto.

El cine estaba lleno, pero el gerente, al reconocer a Lisa, las dejó entrar de las primeras, eligiendo los mejores asientos para ellas.

- ¿Te gustan éste tipo de películas, Lisa?.— Preguntó Jessica.

- Sí, son mis favoritas. Tienes buenos gustos.— Le sonrió, mostrando esos dientes blancos y perfectos.

- No diría lo contrario.— Alardeó con gracia. Eso hizo reír a Lisa. La estaba pasando bien, a pesar de lo incómodo que era al principio.

Luego de la película, ambas decidieron ir a un restorant, ya que tenían hambre. Hablaban de la película, de sus gustos, de todo...

- Lisa, no puedo pagar ninguno de éstos platillos...— Dijo Jessica entristecida.

- ¿Cuándo dije que debías pagar?. ¡Yo invito todo!. Come lo que quieras.— Le sonrió.

- No entiendo cómo puedes ser tan linda...— El tono con lo que lo dijo hizo que Lisa se enrojeciera.

- Gracias...— Dijo avergonzada. ¿Por qué se avergonzaba?. Toda su vida le habían dicho ese tipo de cosas. Lisa miró a otro lado, ya que no soportaba la vergüenza, pero lo que vió la sorprendió.— Jennie...
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Eu, sé que no he actualizado en mucho tiempo:'v

No me maten. He estado en blanco todos éstos meses xdxd

Espero que les haya gustado éste capítulo, porque escribir después de mucho tiempo de no hacerlo, es muy difícil:(

Intentaré actualizar más seguido.

Los quiero mucho❤️:(

Reencarnada.- JenlisaWhere stories live. Discover now