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028: Porristas entrometidas
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—¡Vamos, Lightwood! ¡Eres el mejor!

Bufé mirando como las porristas movían sus pompones viendo a los chicos jugar, Mar a mi lado soltó un gruñido.

—Ni siquiera tienen sentido lo que cantan —dije rodando los ojos.

—Tienes toda la razón —apoyo Malcom.

—Yo creo que solo te molesta que le hagan cánticos a Lightwood —dice ella mirando los chicos jugar mientras muerde su manzana.

—No, por supuesto que no.

Los chicos corrieron todos en dirección a Aarón, quien tenía el balón, lo lanzó en el aire dejándolo en manos de Liam. Este corrió y llegó al otro lado de la cancha, y justo cuando iba a encestar, Ashton le hizo un tapón.

—Ese chico juega genial —dijo Malcom metiendo palomitas a su boca.

—Tiene buena técnica —añadió Mar.

—Puede que si, pero de todos es quien menos me agrada. Siempre tiene cara de "Todos me la hinchan". Es un tipo muy serio.

—Igual que tú —dijo Malcom.

No respondí, me limité a seguir con el juego. Faltaban cinco segundos y estaban ganando, el balón estaba en manos de Luke. Luke le lanzó el balón a Blake, quien lo lanzó hacia Aarón para evitar que Jack se lo quitará. Jack se lo lanzó a Liam y Liam a Aarón. Una vez el número treinta tuvo el balón lo lanzó directo al aro en donde dio varias vueltas y entró, seguido de eso la alarma del tiempo sonó. Todos empezaron a celebrar por el esfuerzo del entrenamiento, Jonathan gritó unas cosas y acabo por dejarlos ir a las duchas.

—Cuál es con el que mejor te llevas —preguntó Malcom mirando como todos se iban.

—Con él —señale el número veinticinco—, Liam es genial.

—Está buenísimo —añadió Mar mirándolo pícara.

—Si, bueno yo no lo veo de esa manera, pero de acuerdo —me encogí de hombros. Mar soltó una sonrisa y siguió viendo a los demás, la mirada de asco de Malcom no pasó por desapercibida.

—¡Tiempo! —el grito de Jonathan hace que todos los chicos se detengan fatigados, el marca unas cosas en una carpeta y vuelve su atención a los demás— Tómense un descanso, mañana haremos más tiempo extra.

Los chicos se dispersan y de la nada veo como las porristas corren hacia ellos. Algunos como Bryce y los gemelos les sonríen pícaros mientras les siguen el coqueteo. Matt y Zack se les quedan viendo y al final veo como Zack se burla en señas de una de ellas, casi explote de risa al ver su imitación. Aarón, Liam y Luke estaban del otro lado, bebiendo agua y recuperando energías. Luke dirigió una mirada por las gradas y sus ojos conectaron con los míos de golpe. Sin siquiera saludar, le hizo una seña a Liam quien me dió una sonrisa y luego observo a Aarón.

Vamos, no esperaba que me saludara o me lanzara un guiño como suele hacer. Es una tontería.

Enarque una ceja al ver como la principal porrista del escuadrón se acercó a él sonriéndole coqueta. Su cabello rubio cenizo estaba atado en una cola de caballo, tenía un moño decorativo color negro en el, no llevaba nada de maquillaje, lo cual me hizo arrugar la cara. Eran pocas las veces que podía haberla visto de esa manera. La ojos de Lightwood la observaron en silencio, dándole una sonrisa y conversando con ella de manera amigable.

—Te dije, Lightwood es un mujeriego —gruñó mi amiga con fastidio.

—Solo están hablando —el comentario de Malcom hizo que Mar rodara los ojos y volviera su atención a su celular. Vamos que el chico tenía razón, solo estaban conversando.

—Tengo que irme —murmuré viendo que Jonathan estaba tomado sus cosas para salir de allí a las prisas, seguro tenía una reunión o algo importante.

Recogí mis cosas apurada, pero al momento en el que estaba por abandonar el lugar, un grito me hizo detenerme de golpe.

—¡Sunshine! Espérame, el coach dijo que te irías conmigo porque va tarde a una reunión importante.

Me volteé, esos conocidos zafiros me miraban por sobre el cabello de la rubia. Quien se volteó con el ceño fruncido a donde mi.

—¿Te tardas mucho? —pregunté algo apurada, necesitaba salir de allí.

—Una ducha y me largo.

—Te espero entonces —me resigne sentándome nuevamente.

Los chicos corrieron todos lejos de las chicas —lo sé, irónico— desapareciendo de allí. Malcom me miró algo extraño y luego apartó la mirada, Mar solo rodó los ojos y se puso de pie.

Genial, me van a dejar sola.

—Te veremos luego, tengo que ir a la casa por unas cosas —dijo Mar mirándome, asentí y me despedí de ellos con un beso en la mejilla.

Al salir de allí, suspire. Estaba sola, sentada en las gradas de una cancha enorme. Odiaba ese lugar; siempre lo hice. Pero no podía demostrarlo, si lo hacía, todos sabrían que era lo que realmente me atormentaba y lo que realmente me importaba.

—¿Aquí sentada sola? Valla, eso es algo nuevo para Jenna Kennedy.

Me volteé sorprendida, pensé que estaba sola. El cabello azabache de Ashton me miró, estaba transpirando. Gotitas pequeñas bajaban por su frente y cuello, sus ojos oscuros me miraban expectante.

—Hola, Ashton —salude sin mucho ánimo volviendo mi atención al campo vacío.

—Pareces enojada, ¿Qué pasa? —preguntó sentándose a mi lado, lo miré confundida pero al darme cuenta de que estaba totalmente relajado y que no pensaba moverse, me resigne a la idea de que no se iría.

—Nada, solo pensaba. Aveces desearía poder apagar mi cerebro, sería más tranquilo.

—Apagar las emociones, ya. Todos deseamos lo mismo alguna vez —respondió con la mirada perdida.

Pensé que estabas a punto de darte una ducha —esquive el tema.

—¿Quieres que me vaya, eh? —se burló—, No. En realidad no me gusta ducharme con los demás ahí. No sé si alguna vez haz visto esos baños, pero todos están desnudos y no hay pared que valga. Prácticamente se ven los genitales todos los días —murmuró con algo de asco.

—¿No se supone que ese es el punto? Todos son chicos, no deberían tenerle importancia.

—¿Tú te sentirías cómoda frente a quince idiotas desnudos? —preguntó mirándome a los ojos.

—No.

—Ahí está —apretó la mandíbula mirando hacia adelante.

—Se te van a partir los dientes —dije mirándolo divertida, apretaba tanto su mandíbula que podría fácilmente molerse los dientes por su cuenta.

—Créeme, antes de que eso suceda yo sé los partiré —la voz de Aarón nos llamo la atención a ambos. Ashton frunció su ceño aún más con altanería, Aarón tenía la mandíbula apretada mientras nos veía con sus manos metidas en los bolsillos.

—Relájate, Lightwood. Solo hablábamos.

—Vale, pues ahora ella se irá conmigo. Si no te molesta —dijo socarrón. Ashton apretó más la mandibula fulminandolo con la mirada.

Rodé los ojos cruzándome de brazos, la mirada oscura de Ashton cayó en mi helándome los huesos.

—¿Estarás bien allá? —preguntó refiriéndose a Aarón.

—Si, tranquilo.

—Te veo luego entonces, Jenna —dijo despidiéndose, luego de darle una mirada fulminante a Lightwood, salió de allí.

—¿Desde cuándo hablas con Ashton? —entorné los ojos en su dirección, Aarón me miraba confundido mientras se cruzaba de brazos.

—No debería importarte, Lightwood.

—En realidad, sí debería. Ese chico es un jodido problematico de primera —gruñó volteandose caminando en dirección a su auto.

—En ese caso debería llevarse excelente contigo —murmuré caminando detrás de él esperando a que no me escuchara.

Three Point Shot | Libro I |  ✓. Where stories live. Discover now